Ser detenido no es una experiencia agradable. Las esposas son incómodas, los policías nunca quieren platicar en la patrulla, le quitan todo lo divertido a tu noche y te llevan a una habitación diminuta donde solo un excusado de metal y una franja de luz con tubos fluorescentes te hacen compañía.
¿Pero qué pasa si eres tan estúpido como para hacer que te arresten en vacaciones? ¿Qué se siente estar encerrado a 500 km de casa sin suficiente cambio en el bolsillo como para hacer una llamada internacional? ¿Qué pasa si no hablas su idioma y ninguno de los policías alrededor está dispuesto a hablarte en inglés porque se portaste como un pendejo?
VICE hizo una recolección de testimonios de personas que fueron arrestadas en países que van desde Croacia hasta Brasil.
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