El actor Damián Alcázar y el escritor Fabrizio Mejía dejaron su puesto de diputados en la Asamblea Constitituyente de la Ciudad de México.
[contextly_sidebar id=”uztsezeUsQ04rp9vA0fdtMx3pOlg7yJv”]Esto se dio en días consecutivos (martes y miércoles pasados), y cerca de que concluya el plazo legal para que quede lista la Constitución: el 30 de enero.
Ambos eran integrantes de la bancada del partido Morena.
El martes pasado, Mejía anunció su renuncia a la Asamblea Constituyente, y publicó en el medio Proceso una carta con sus razones.
“A veces hay que renunciar para no traicionar”, expresó. “No serviré de aval a una Constitución neoliberal”, agregó.
Mejía acusó en su escrito que en el proceso de construcción de la primera Constitución de la capital mexicana comenzaron a imponerse “los manoteos” desde las cúpulas.
“Guerra por posiciones hacia la elección del 18 y no de ideas, estos últimos meses del Pleno han sido obstaculizados precisamente por quienes no deberían de estar ahí: los sobre representados, los no electos, los que no piensan y sólo levantan el dedo para que ‘no se acepte para su discusión'”, apuntó el escritor.
“No renuncio al Constituyente porque no me importe, sino porque esta ciudad me importa demasiado”, agregó.
Marath Baruch Bolaños López, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, será su suplente.
En el caso de Alcázar, se informó el miércoles pasado que solicitó licencia para dejar de forma permanente su lugar en la Constituyente. Según el diario La Jornada, solo había asistido a cuatro sesiones del pleno y comisiones.
Había justificado sus inasistencias durante todo el proceso previo a diciembre en la Asamblea indicando que tenía compromisos laborales, la grabación de la serie Narcos en Colombia, apuntó Reforma.
En su lugar en la Asamblea entró Jaime Eduardo Rojo Cedillo.
En días previos había renunciado a la Asamblea Constituyente el poeta Mardonio Carballo, también de Morena.
Con información de Reforma (suscripción necesaria) y La Jornada
