Nota del editor: esta entrada fue publicada originalmente en ClickNecesario.com, el 27 de julio de 2016.
A mí me gustan los videojuegos porque en ellos puedo hacer cosas que en la vida real no. Por ejemplo ser Batman, un plomero que en lugar de arreglar tuberías rescata princesas o el mejor jugador de futbol en la historia de los Pumas.
De alguna manera, los creadores de estos juegos apelan a esto, por lo que si buscaban saciar esa insatisfacción heroica o futbolística, era cuestión de tiempo para que se adentrarán al mundo del sexo (al final de cuentas eso es algo que todos queremos hacer).
Si bien los primeros videojuegos estaban cargados de acción y disparos, llegó un punto en la historia en que a alguien se le ocurrió que también podrían servir para el sexo. Desde inocentes aventuras de texto, hasta simuladores bastante reales, desenterramos aquellos juegos clasificación X que ayudaron a construir una industria (y a darle una mano amiga a millones de solitarios geeks alrededor del mundo) .
Softporn Adventure (1981)
Era 1981 y mientras algunos niños leían esos famosos libros de “Elige tu propia aventura”, los jóvenes adultos de aquella época elegían su propia aventura dentro de un videojuego erótico. Softporn Adventure es quizá el primero dentro de esta categoría y era un juego de ficción interactiva. Es decir, se te contaba una historia erótica (donde tu eras el protagonista) e ibas eligiendo por dónde seguir. Todo con la magia del texto y nada de imágenes (nada tan erótico como tu propia imaginación).
Su lanzamiento, para la Apple II, fue bastante escandaloso y logró vender la asombrosa cantidad de 50 mil copias. Aunque con el tiempo, lo más famoso (y quizá más divertido del juego), fue la portada: Tres chavas desnudas dentro de un jacuzzi junto con un mesero (bien vestidito y con cara de pocos amigos) y una computadora detrás.
Night Life (1982)
¡Ah, Japón! País del sol naciente, el sushi, la tecnología, los más extraños programas televisivos y su raro entendimiento del sexo. Por supuesto, los japoneses no tardaron en entrarle al mercado del videojuego erótico y fue la compañía Koei la encargada de crear Night Life, el primer juego sexual para PC con gráficos (es como los libros con dibujitos, siempre serán mejores).
Pa’ no verse tan sucios y lujuriosos, comercializaron el juego como una herramienta educativa. Night Life incluía, según ellos, formas de mejorar la vida sexual, como un calendario menstrual y un extenso catálogo de posiciones (por aquella remota posibilidad de que el nerd con una PC en el 82 tuviera una novia con quien practicar).
Los de Koei, quienes con este juego crearon el concepto de strawberry porn (que no es que sea porno fresa sino una serie de simuladores eróticos para computadora), han querido alejarse de esa fama y ahora niegan total y rotundamente el haber creado estos juegos eróticos.
Custer’s Revenge (1982)
Si les había causado indignación ver a PacMan desnudo comiéndose a unos fantasmas después de tomarse una pastillita, el famoso Custer’s Revenge les aterrará. La compañía Mystique, empresa fundada por el productor porno Caballero, realizó este juego para el Atari 2600.
El juego es sencillo. Se trata de una típica aventura western, donde un vaquero desnudo corre a través de una lluvia de flechas para encontrarse con una mujer nativa, igualmente desnuda, para copular.
Gracias al éxito de Custer’s Revenge, Mystique realizó otro elegante y fino juego llamado Beat Em & Eat Em, donde una mujer con la boca abierta, intenta capturar la mayor cantidad de gotas de semen durante una despedida de soltera (¡diversión para chicos y grandes!).
X-Man (1983)
Mystique abrió la puerta y le dio la oportunidad a Universal Gamex de lanzar otro juego erótico para el sistema Atari 2600. Se trató de X-Man (que no era ni Wolverine, ni Rogue, ni el profesor X), sino un hombre desnudo atravesando un laberinto.
Evidentemente había una serie de cosas a esquivar, como mordidas, cangrejos y tijeras las cuales podrían hacerle daño al miembro más importante de su familia. Una vez que lograbas sortear las adversidades, el obsequio llegaba en forma de una mujer pixeleada dispuesta a gratificarte oralmente (y no sólo diciéndote “¡Felicidades!”) o una mujer lista para el sexo.
Samantha Fox Strip Poker (1986)
Cada que voy a una fiesta sueño con la anfitriona invitándome a participar en una ronda de poker de prendas (y es que confío mucho en mis habilidades con las cartas). Esto nunca ha pasado, pero en épocas de la Commodore 64 existió un juego llamado Samantha Fox Strip Poker.
Este es uno de los primeros juegos eróticos donde el ser humano presentado era real (lo cual nos hacía sentir menos mal pues ya no nos emocionábamos por un dibujo desnudo). Fox era una modelo y cantante inglesa y se había vuelto famosa como chica pin-up en los ochenta.
Además de tener a Samantha, el juego también introdujo (sabio uso de palabra) un tema importante en los videojuegos eróticos: si tienes éxito en alguna tarea o misión, tu recompensa será la desnudez. En este caso, si le ganabas la mano a la señorita Fox, ella se deshacía de sus ropa.
Rance (1989)
Conapred y mujeres del mundo, prepárense. Alicesoft de Japón trajo al mundo uno de los primeros juegos eróticos seriados y la temática podría ser descrita como… bueno, quizá un poco machista.
Todo giraba entorno a Rance y sus actitudes problemáticas hacia las mujeres, en específico hacia su asistente personal Sill. La diversión comienza cuando una especie de maldición cae sobre Sill y la convierte en alguien increíblemente obediente, dispuesta a ser todo lo que le digan. ¿Ya se dan cuenta hacia dónde va esto? Pues sí, Rance (es decir, el jugador) utilizará la maldición para aprovecharse de su asistente de forma sexual.
¿Sucio y desagradable? Sí, y un éxito en Japón tan grande que se han desarrollado 11 secuelas de la serie.
Dokyusei (1992)
La compañía japonesa Elf, que nada tiene que ver con la película navideña, y está muy bien pues algo erótico con Will Ferrell no suena nada bien (aunque algo con Zooey Deschanel sí), creó el juego Dokyusei en Japón.
La importancia de este juego de aventura en texto, fue que contaba con varias rutas narrativas por lo que romancear con las mujeres no era tan fácil. Así, resultó que no con todas podías tener suerte y llevarlas a la cama. Esto ayudó a crear el género conocido como “juegos de rol”, el cual se convertiría en el gran negocio de videojuegos tanto clasificación A como 3X.
Strip Fighter 2 (1993)
A principios de los noventa existió un boom de juegos de peleas liderado por el maravilloso Street Fighter II. Así pues, los juegos eróticos no podían quedarse atrás y TurboGrafx-16 tuvo una maravillosa idea: combate cuerpo a cuerpo entre mujeres strippers.
El juego era bastante malo pues básicamente era una mala parodia y copia de Street Fighter. Aún así, los que lo jugaron aún recuerdan los movimientos especiales de las combatientes, donde dejaban expuestos sus calzones. Además, cada que ganaban un round las muchachas quedaban en bikini y si lograban ganar el segundo round, llegaba el topless (la verdad es que sí me imaginé a Chun-Li en este juego).
Riana Rouge (1996)
En la edición de abril de Playboy, del año 1996, la conejito Gillian Bonner declaró que sus máximos deseos eran la paz mundial, los atardeceres en la playa y ser protagonista de un videojuego erótico. Afortunadamente logró dos de tres (los importantes).
Este juego causó revuelo pues era de los primeros en incluir acción real gracias al CGI. La señorita Bonner interpretaba a Rouge, una mujer que se transportaba a una dimensión alterna donde tenía que ir encontrando unas joyas mágicas. Claro que en el viaje se topaba con uno o dos encuentros sexuales y por qué no, si así es la vida. Los encuentros eran softcore pero por fin tener un video candente en el juego volvió locos a los usuarios.
Battle Raper (2002)
Por alguna extraña razón, la violación es un tema de interés para los japoneses, por lo tanto no les parece tan mala idea incorporarlo en un juego. En Battle Raper un grupo de mujeres se golpea y busca quitarle la ropa a su contrincante, antes de que Zeon, el mero malo del juego, las viole.
Este juego fue diseñado en animación 3D e incluía ataques especiales donde lucía el agarre de entrepierna y senos (lo que todo nerd pervertido ama).
RapeLay (2006)
Si los anteriores juegos causaban polémica e incluso desagrado, este de plano sí se pasó de la raya. Y es que no hay nada como jugar a que eres un peligroso acosador de una señora y sus hijas. ¡Qué diversión!
El usuario es un marginado social quien está obsesionado con una señora y sus dos hijas. Desde las sombras, comienza a acecharlas, molestarlas, toquetearlas y chantajearlas. Todo hasta el punto de cumplir todas sus fantasías con ellas.
Lo explícito y peligroso del contenido sorprendió muchísimo al público y los críticos (tanto que decían que era un exceso hasta para ser japonés). Finalmente el juego salió de las tiendas y todas las referencias de RapeLay han sido borradas de la página web de sus creadores Publisher Illusion.
Virtually Jenna (2008)
Parecía cuestión de tiempo para que las estrellas porno intentaran triunfar en el ámbito del videojuego, y por fin en el 2008 pasó. La elegida por los dioses del porno y el geekismo fue Jenna Jameson, una de las más reconocidas actrices del cine tres equis (no que yo la haya visto, sino eso decía wikipedia).
Virtually Jenna es un simulador de sexo que te permite posar a Jenna y otras muchachas digitales, en situaciones eróticas. Esta fue la primera vez que una artista de la industria pornográfica fue reconstruida en su totalidad en 3D. El juego, como Jenna, siguen siendo populares hoy en día.
