A un año de que la zona metropolitana registrara los peores niveles de contaminación atmosférica, la Auditoría Superior de la Federación alerta que Pemex lleva más de cinco años con un programa sin resultados para garantizar combustibles limpios.
[contextly_sidebar id=”3Hw2576F05rzJGdvoDc5CkxKmdgyIaLX”]La ASF indicó que el proyecto calidad de los combustibles que inició Pemex en 2009 no ha sido rentable y hasta finalizar 2015 el objetivo de tener sólo gasolinas limpias no se cumplió pese a una inversión 33 mil 057 millones de pesos.
Siete años de inversión millonaria no fueron suficientes para que Pemex tuviera gasolinas con calidad Ultra Bajo Azufre y fue hasta que estalló la emergencia ambiental en marzo pasado que la empresa mexicana revivió sus responsabilidades de combustibles más limpios y se comprometió a cumplir con las normas.
Durante la contingencia ambiental, Pemex entregaba sólo el 20% de su gasolina magna con calidad de Ultra bajo azufre.
Al finalizar 2016 ese porcentaje subió a 52%. Todavía este año la mitad de la gasolina magna no cumple con los requisitos ambientales a los que Pemex se comprometió desde 2009.
La ASF señala que la inversión millonaria que ha hecho Pemex para cumplir con estos compromisos no se ha cumplido y que el Sistema Nacional de Refinerías sigue sin ser adaptado y cumplir en toda su capacidad con la producción de gasolinas limpias.
“El proyecto se estimó concluir en 2013, situación que no ocurrió. Al 31 de diciembre de 2015 sólo tres de ocho plantas produjeron gasolinas (de calidad UBA)”. Éstas fueron las de Cadereyta en Nuevo León que inició operaciones en febrero de 2014; y dos plantas más ubicadas en la refinería en Ciudad Madero, Tamaulipas que operan desde marzo y junio de 2015.
Pemex informó que el resto de las plantas estarían listas a lo largo de 2016, pero al cierre de año sólo Cadereyta producía prácticamente el 100% de combustibles ultra bajos en azufre.
“El monto invertido en el proyecto desde 2009 a 2015 por 31 mil 675 millones 138 mil 100 pesos no reportó ningún impacto económico con motivo de la reducción de azufre en los combustibles, ya que las gasolinas no cumplieron con el volumen esperado ni con las especificaciones establecidas, por lo cual se desconoce si habrá recuperación de la inversión”, concluyó la ASF sobre el programa millonario de Pemex.
Lo anterior, no sólo por la falta de cumplimiento en la meta establecida de que todas las refinerías produjeran gasolinas limpias si no porque el combustible obtenido en las plantas que arrancaron operaciones en 2014 y 2015 tampoco cumplieron ni en volumen ni en calidad con los objetivos de la Norma Oficial Mexicana NOM-086-SEMARNAT-SENER-SCFI-2005, pues incluso éstas tenían más azufre del establecido, es decir, eran más contaminantes.
Sin autoridades eficientes
Con la reforma energética y la nueva Ley de Hidrocarburos, el organismo a cargo de la calidad de las gasolinas es la Comisión Reguladora de Energía (CRE), que bajo una nueva norma, la NOM-EM-005-CRE-2015 ordenó que a partir de 2016 toda la gasolina del país sea ultra baja en azufre.
Aunado a que eso todavía no ocurre al 100%, la ASF concluyó en su informe de la Cuenta Púbica 2015 que la CRE no ha completado el proceso para fortalecer sus capacidades de regulación y supervisión de las actividades en materia de hidrocarburos.
Tras la Reforma Energética de 2013 se otorgó a la CRE personalidad jurídica propia, autonomía técnica y de gestión, así como autosuficiencia presupuestaria para tener atribuciones y capacidades suficientes para cumplir con la regulación y supervisión en materia de hidrocarburos.
Pero la ASF indicó que la CRE no ha logrado desarrollar esas capacidades técnicas para cumplir con sus funciones.
