[contextly_sidebar id=”9OJyhKFaWzpcP1HwAS4Fdv9ZS6xJxJUo”]A sus 13 años, Antonio Negrín decide pegarse un tiro dentro de una salón de clases. Así inicia La niña Frida, una novela negra llena de misterios y amores, que cautivará al lector desde las primeras líneas.
¿Qué hace una madre ante el suicidio de su hijo? En La niña Frida, Alejandra Llure, madre del muchacho y directora del museo regional de Orizaba, pedirá la ayuda del agente Max Retana en un intento de esclarecer el caso.
La clave podría estar en una jovencita, quien entra en éxtasis para transformarse en la mismísima Frida Kahlo.
Es allí donde la trama viaja a los años trágicos que sobrellevó la prodigiosa pintora mexicana, a los ladrones de arte que violan sacristías y mansiones donde se atesoran cuadros de perturbadora obscenidad, y al régimen que siembra el país de “asesinatos necesarios”.
El autor de tan peculiar novela es David Martín del Campo, quien ha publicado más de veinte novelas que lo sitúan como uno de los narradores más notables del país.
A los 24 años, publicó Las rojas son las carreteras, que lo situó como un escritor original y vigoroso, características que le han permitido ser reconocido con diversos galardones, entre otros: el Premio Internacional de Novela Diana 1990, por Alas de Ángel; el Premio Mazatlán de Literatura 2012 por Las siete heridas del mar, y el Premio Nacional de Literatura Monterrey-IMPAC 1997, por El año del fuego.
Animal Político, con autorización de Grupo Planeta México, te comparte un fragmento del libro La niña Frida, de David Martín del Campo.