[contextly_sidebar id=”7Oa4CRxnob8HmZiubdZzTGNCjj4HAAkc”]El presidente Donald Trump, viajó a Miami, Florida, donde anunció su plan para enfriar las relaciones de Estados Unidos con Cuba, con lo que se vuelve a distanciar a la política implementada por su antecesor, Barack Obama.
En su discurso, Trump denunció el carácter “brutal” del régimen castrista en Cuba, en un discurso en el que criticó el acuerdo firmado por Barack Obama, que “no ayuda a los cubanos y enriquece al régimen”.
“Los gobiernos anteriores aliviaron las restricciones de viaje y comercio y eso no ayuda al pueblo cubano, solamente enriquece al régimen cubano”, dijo.
“No permaneceremos más en silencio frente a la opresión comunista. Ahora que soy presidente, Estados Unidos denunciaré los crímenes del régimen de Castro”, dijo el mandatario estadounidense, quien también denunció los sufrimientos de los cubanos “durante cerca de seis décadas”.
En su mensaje, el mandatario estadounidense dijo que no levantaría las restricciones hasta que todos los presos disidentes sean liberados y hasta que haya elecciones libres y verificadas en Cuba.
También señaló que aplicarán la restricción contra el turismo, contra el comercio, y que se asegurarán que las inversiones en ese país lleguen al pueblo.
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Entre las principales medidas de la nueva política estadounidense, que será mantenida hasta que Cuba libere a la totalidad de presos políticos y se implemente una mayor apertura política y económica, figuran: