Al menos 235 fieles que asistían a la plegaria semanal en una mezquita de la región egipcia de Sinaí (al este del país) murieron este viernes a manos de hombres armados, en el ataque más mortífero en la historia reciente de Egipto.
El presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, prometió una respuesta “brutal” a este atentado, aún no reivindicado. “Las fuerzas armadas y la policía vengarán a nuestros mártires”, declaró.
El ataque ocurrió en la localidad de Bir al Abed, al oeste de El Arish, capital de la provincia del Norte-Sinaí, región donde las autoridades combaten entre otros al sector egipcio del grupo yihadista Estado islámico (EI).
De acuerdo a las versiones oficiales, una bomba estalló en la mezquita Rawda en el Sinaí egipcio, antes de que los atacantes comenzaran a disparar contra los fieles.
Testigos indicaron que los atacantes se posicionaron alrededor de la mezquitas en vehículos todo terreno, para luego colocar una bomba fuera del recinto.
Posteriormente, los hombres armados dispararon contra la multitud, que llena de pánico, intentaba huir.
La televisión estatal dio un saldo de 235 muertos y 109 heridos, una cifra sin precedentes en cuatro años de ataques islamistas.
La presidencia egipcia decretó tres días de duelo nacional por las víctimas de la mezquita de Al Rawda, indicó la televisión estatal.
Ataque ‘horrible y cobarde’
El presidente estadounidense, Donald Trump, condenó en un tuit el “horrible y cobarde” ataque.
Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, calificó el ataque como consternante “por su crueldad y cinismo”, según un comunicado del Kremlin.
Desde el Vaticano, el papa Francisco se declaró “profundamente entristecido por las pérdidas humanas causadas por el ataque terrorista”.
Tras los hechos, el paso fronterizo entre Egipto y la Franja de Gaza, que debía reabrirse el sábado por primera vez desde agosto, permanecerá cerrado, explicaron autoridades palestinas.
Una guerra sin fin
De momento ningún grupo reivindicó el ataque. Un jefe árabe que combate al grupo Estado Islámico contó que la mezquita es frecuentada por adeptos al sufismo, corriente mística del islam considerada como herética por ese grupo yihadista.
Desde 2013 y la destitución por el ejército del presidente islamista Mohamed Morsi, los grupos yihadistas, entre ellos Estado Islámico, atacan regularmente a las fuerzas de seguridad en el norte del Sinaí.
Varios policías y militares han meurto durante estos ataques. El EI se ha adjudicado varios de estos ataques contra civiles, entre ellos cristianos.
En este acto, el grupo mató a más de 100 cristianos principalmente con bombas y disparos en iglesias del Sinaí y otras partes de Egipto, obligándolos a huir de la península.
En febrero los cristianos de El Arish debieron huir en masa luego de una serie de ataques violentos contra su comunidad.
El año pasado, los yihadistas secuestraron y decapitaron a un líder sufí, al que acusaron de hacer magia, y raptaron a adeptos del sufismo que luego liberaron tras haberse “arrepentido”.
Los yihadistas de Al Qaeda también amenazan Egipto. Este grupo opera desde Libia, en la frontera oeste del país.
Por su parte, las Fuerzas Armadas han respondido con ataques aéreos a modo de represalia, matando al jefe del grupo Emad al Din Abdel Hamid, ex oficial militar muy buscado luego que se unió a un grupo afiliado a Al Qaeda en el bastión yihadista libio de Derna.
En octubre de 2015 el grupo Estado Islámico reivindicó un ataque con bomba en el que murieron los 224 ocupantes de un avión ruso que estalló luego de despegar de Sharm el Sheij, a orillas del mar Rojo en el sur de la península del Sinaí.
