Las mujeres que se divorcian en México, por ley, deben esperar al menos 300 días antes de poder casarse de nuevo. Sin embargo, una iniciativa aprobada por el Senado, y que tendrá que ser ratificada por la Cámara de Diputados, busca derogar el artículo que prevé esta condición, pues la consideran “discriminatoria en razón de género”.

[contextly_sidebar id=”vwdIn2jzVor5Ayi5iM7vFbuIIm5pLr2j”]Este jueves 23 de noviembre, senadores aprobaron por unanimidad la derogación del artículo 158 del Código Civil Federal establece que “la mujer no puede contraer nuevo matrimonio sino hasta pasados trescientos días después de la disolución del anterior, a menos que dentro de ese plazo diere a luz un hijo”.

De acuerdo con los legisladores, el artículo discrimina a las mujeres, “pues únicamente ellas deben esperar (…) para contraer matrimonio después de la disolución de uno anterior”.

La senadora Pilar Ortega, presidenta de la Comisión de Justicia, señaló que la disposición vigente anula el libre desarrollo de la personalidad y constituye una “restricción indebida” por parte del Estado, por lo que, con el respaldo de 72 votos, el Senado aprobó la iniciativa para derogar esta condición impuesta a las mujeres.