Los primeros años de vida son fundamentales para el logro de resultados positivos en todas las esferas del desarrollo humano incluyendo la salud. El Fondo de la Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés) define a la primera infancia o desarrollo infantil temprano (DIT) como el periodo comprendido desde la gestación y hasta los ocho años, con especial importancia los primeros tres a cuatro años de edad, donde el desarrollo físico, socioemocional, cognitivo y motor presentan cambios significativos y determinantes para etapas posteriores de la vida. Sin embargo, la prevalencia mundial de problemas relacionados con la salud, la alimentación y la nutrición, en este periodo de desarrollo, es elevada.

En las últimas décadas, la mayor parte de los países incluido México, han experimentado importantes transiciones epidemiológicas y nutricionales. Estas se caracterizan, en un extremo, por un rápido aumento en la prevalencia de sobrepeso y obesidad, así como enfermedades no transmisibles (ENT) asociadas a un exceso en la ingesta de alimentos ricos en energía y pobres en valor nutricional y, en el otro, por la presencia de desnutrición en sus diferentes formas (desmedro, emaciación, anemia) asociadas a un déficit en la ingesta de macro y micro nutrimentos que, a su vez, incrementan la presencia y duración de enfermedades infecciosas.

En el otro extremo, el que se relaciona con excesos en el consumo de alimentos con bajo valor nutricional y alto valor calórico, en el mismo grupo etario, 38.9 millones sufren de sobrepeso (5.9 %). Es decir, en el mundo, más de 253 millones de niños en edad preescolar presenta algún padecimiento relacionado con el déficit o exceso en la ingesta de alimentos.

En relación con el déficit de micronutrientes, estimaciones recientes indican que la deficiencia de hierro es la más común y afecta a 500 millones de mujeres de 15 a 49 años y 269 millones de niños y niñas menores de 5 años (40 % de la población en este grupo etario). Se calcula que entre 250-500 millones de niños y niñas padecen ceguera debido a la deficiencia de vitamina A. En países de bajos ingresos esta deficiencia es frecuente en el embarazo con una prevalencia de 10% a 20%. Mundialmente, se estima que dos billones de personas tienen una ingesta inadecuada de yodo, de los cuales, 241 millones son niños en edad escolar; asimismo 17.3% de la población presenta un déficit en la ingesta de zinc. 2

Con relación a las prácticas de alimentación en la primera infancia, estimaciones recientes indican que las tendencias de lactancia materna exclusiva, en países de altos-medios, medios-bajos y bajos ingresos, se ubican 37 %, 46.7 % y 51.2 % respectivamente. En México, la prevalencia de lactancia materna exclusiva se sitúa en 33.6 %, según Encuesta Nacional de Salud y Nutrición Continua 2021 y 2022. Lo anterior se relaciona estrechamente con inadecuadas prácticas de alimentación complementaria. En este sentido, un estudio de White y colaboradores indican que el 48 % de niños y niñas de entre cuatro y cinco meses de edad, en la región de América Latina y el Caribe, reciben alimentos diferentes a la leche materna.

Finalmente, en México con base en los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2022, el 19.3% de los niños y niñas de 20 a 59 meses no lograron unan un desarrollo adecuado. 5 Se observan diferencias en el desarrollo entre niñas y niños que tiene dificultades en el funcionamiento (35.1 %) versus con las niñas y niños que no las presentan. A nivel localidad, los valores entre el área rural y urbano se observaron muy cercanos (82.1 % y 80.2 %, respectivamente).

En Un Kilo de Ayuda desde hace más de 37 años, hemos hecho de nuestra causa el Desarrollo Infantil Temprano en la primera infancia mexicana. En la actualidad operamos en 6 estados de la república: Estado de México, Oaxaca, Chiapas, Yucatán, Sinaloa y Nuevo León, atendiendo mensualmente a 23 mil niñas y niños menores de cinco años.

Es de suma importancia destacar que aquellos niños y niñas que tuvieron una estimulación suficiente vieron incrementado aún más su desarrollo, lo cual nos recuerda la importancia de la estimulación, el juego y la crianza sensible y cariñosa para lograr la plenitud de capacidades.

A pesar de los avances logrados, la alimentación, la nutrición y las prácticas de crianza en la primera infancia continúan siendo causa y efecto de múltiples problemas de salud que limitan el crecimiento y desarrollo de niñas, niños, adolescentes, personas y de los países, ello impone retos adicionales en la atención, intervención, mitigación y solución de estás problemáticas para cada gobierno.

Existe numerosa evidencia científica sobre la importancia de establecer políticas y programas integrales que incluyan estrategias de nutrición y alimentación, salud y educación, con un enfoque de equidad, participación social y multisectoriales, con especial énfasis en los primeros mil días de vida, 6 etapa donde existen oportunidades únicas para contribuir al óptimo crecimiento y desarrollo de niños y niñas.

Asimismo, es fundamental que el desarrollo infantil temprano, la nutrición, la alimentación y sus determinantes estén presentes en la agenda pública, especialmente por el impacto positivo y los retornos económicos de invertir en este período del ciclo vital y la factibilidad de integrarlo en varios modelos de intervención. Las intervenciones ―y las inversiones― oportunas, ayudan a disminuir los costos económicos que los países enfrentan por enfermedades relacionadas con una mala nutrición.

* Fabián Olvera Flores es Director de Monitoreo, Evaluación e Investigación y Eduardo Thébar Gómez es Gerente de Investigación de Un Kilo de Ayuda (@unkilodeayuda), organización mexicana con más de 37 años de experiencia; su causa es el desarrollo de la primera infancia. Buscando el crecimiento óptimo de niñas y niños menores de 5 años, mejorando su desarrollo cognitivo y socioemocional. Visita nuestra página y nuestras redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.

1 No se presentan estimaciones para la deficiencia de micronutrimentos.

2 Bailey L, R., Black , R. E., & West , K. P. (2015). The Epidemiology of Global Micronutrient. Annals of Nutrition & Metabolism, 66(suppl 2), 22-33. doi:10.1159/000371618

3 Prevalencia combinada.

4 Shamah-Levy, T., Vielma-Orozco, E., Heredia-Hernández, O., Romero-Martínez, M., Mojica-Cuevas, J., Cuevas-Nasu, L., . . . Rivera-Dommarco, J. (2020). Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018-19: Resultados Nacionales. Cuernavaca, México: Instituto Nacional de Salud Pública.

5 Índice de Desarrollo Infantil Temprano 2030.

6 Victora, C. G., Bahl, R., Barros, A. J., França, G. V., Horton, S., Krasevec, J., . . . Lancet Breastfeeding Series Group . (2016). Breastfeeding in the 21st century: epidemiology, mechanisms, and lifelong effect. The Lancet, 387(10017), 475-490. doi:10.1016/S0140-6736(15)01024-7.