El presidente Felipe Calderón convirtió en realidad el deseo de los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) al proponer como posibles sustitutos del recién fallecido José de Jesús Gudiño Pelayo, sólo a miembros de carrera del Poder Judicial.
La balanza inclinada hacia el perfil de abogados litigantes y académicos a partir de los nombramientos de los más recientes ministros, José Ramón Cossío y Arturo Zaldívar Lelo de Larrea -como había venido sucediendo durante su gobierno-, ahora se inclinará hacia tres magistradas.
Esta decisión de enviar una terna al Senado conformada sólo con personajes del Poder Judicial implica que el ala conservadora de la Corte, constituida por quienes más tiempo tienen en ella, sea fortalecida, y que los temas revolucionarios como lo han sido la despenalización del aborto sean tratados con muchos inconvenientes.
La terna es encabezada por la favorita de Felipe Calderón y de los panistas. Su nombre es Elvia Díaz de León D´Hers, consejera de la Judicatura Federal y profesora de la Universidad Panamericana, del ITAM y la UNAM. Esta candidata pasó de oficial mayor a magistrada del Poder Judicial Federal. Su tesis de licenciatura se llama “Estudio dogmático del delito de adulterio”.
Ya antes había perdido la oportunidad de ser ministro de la Suprema Corte. En diciembre de 2003, formó parte de la primera terna promovida por Vicente Fox para sustituir a Juventino Castro y Castro, pero ni ella ni sus dos contrincantes -uno de ellos la actual ministra Margarita Luna- alcanzaron la mayoría calificada; o sea, las dos terceras partes de la votación en el Senado.
Entonces, la magistrada era plenamente apoyada por los legisladores panistas, de acuerdo con el mensaje público dado a conocer por Diego Fernández de Cevallos.
Para conocer su perfil como una mujer ordenada y buena administradora, basta revisar su discurso ofrecido el 24 de febrero de 2004, cuando fue nombrada consejera de la Judicatura Federal.
“Tengo conciencia de que esta función requiere no sólo de los atributos y conocimientos de un buen juzgador, sino también de los de un buen administrador que debe saber racionalizar y optimizar los recursos materiales y humanos, sin mengua de la eficiencia de la impartición de justicia, con una visión muy clara de las funciones que le corresponden, que van desde la formulación y ejecución del presupuesto hasta la creación o la supresión de órganos judiciales, incluyendo la formulación de las normas reglamentarias para el funcionamiento de los mismos”, señaló entonces.
Las otras dos mujeres en la terna presentada por Calderón tienen perfiles más discretos, pese a pertenecer ambas a la carrera judicial.
Andrea Zambrana Castañeda y Lilia Mónica López Benítez, en apariencia tienen menos ventaja; sin embargo, el elemento a su favor es que no forman parte del Consejo de la Judicatura Federal, atendiendo con ello una de las solicitudes de los senadores a Felipe Calderón.
La primera de ellas cuenta con el apoyo de Salvador Aguirre Anguiano, ministro del ala conservadora de la SCJN y quien se opuso a la legalización del aborto en el Distrito Federal, por ejemplo.
Andrea Zambrana Castañeda es magistrada de circuito y es egresada de la UNAM, como las otras dos candidatas. La mayor parte de su carrera ha fungido como secretaria de juzgados y tribunales.
Lilia Mónica López Benítez, también magistrada, es respaldada por el resto de los ministros del alto tribunal. Aparentemente provocó consenso entre los dos perfiles de quienes integran la Corte.
Como magistrada del Noveno Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, López Benítez hizo una crítica-análisis de la protección de testigos como instrumento en el combate contra la delincuencia organizada.
Una vez dados a conocer estos nombres, los senadores tienen 15 días de plazo para tomar una decisión; incluso, de no lograrse la votación requerida para una ganadora, podría solicitarse una segunda terna a Calderón Hinojosa.
