Home
>
Caso García Valseca: <br>el tormento de la justicia en México</br>
Caso García Valseca: <br>el tormento de la justicia en México</br>
9 minutos de lectura
Caso García Valseca: <br>el tormento de la justicia en México</br>
24 de enero, 2011
Por: Eduardo Rodríguez Soto (@LaloEduardoMx)
@ 

Hoy se cumplen tres años de su liberación: sus secuestradores le resignificaron la palabra libertad.

Pasó más de siete meses y medio en cautiverio. Sí, la peor tragedia en su vida y la de su esposa Jayne Rager, de nacionalidad estadounidense. Aquella desventura que “no se le desea a nadie”. A la distancia, la justicia para ellos no sólo no ha llegado, sino que se ha visto omisa en la recopilación de pruebas. Se fueron del país.

“Después de tres años no hemos logrado absolutamente nada”, refiere desilusionado el empresario mexicano Eduardo García Valseca, quien afirma haber sido secuestrado por los mismos delincuentes que plagiaron al panista Diego Fernández de Cevallos; se trata, refiere, de un grupo astilla del EPR con vínculos internacionales y, señala, “las autoridades lo saben pero lo ocultan.”

“No sé si es una profunda falta de voluntad de hacer las cosas inmediatamente y resolver, o nada más tratar de cubrir burocráticamente algo para justificar que están haciendo algo, pero los resultados, los resultados… no hay absolutamente nada”, sostiene Eduardo.

Fue secuestrado junto con su esposa en San Miguel de Allende, Guanajuato, el 13 de junio de 2007 mientras regresaba de dejar a sus hijos en la escuela. Jayne fue liberada minutos más tarde para llevar a cabo las negociaciones. Fueron meses de terror a los que después se les sumó el tormento de la justicia.

No quisieron que su caso quedara en la impunidad, ahí, arrumbado en estadísticas, olvidado en montones de archivos.

“Muchos no quieren cooperar por miedo, porque ya pasaron por una cosa horrorosa y lo que quieren es vivir en paz. Nosotros no”, enfatiza Jayne en entrevista con AnimalPolitico.com:

“Desde los primeros días (de la liberación), a pesar de que Eduardo estaba en muy malas condiciones físicas, él tenía que estar en el hospital, lo único que quería era aportar. Los dos queríamos justicia.”

Se pusieron entonces en contacto con la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Gerardo García Luna para aportar más información. Ahí comenzó un nuevo martirio.

o – – – o – – – o

Las investigaciones

Tras el secuestro, la decisión de cómo enfrentaría Jayne las negociaciones con los delincuentes fue complicada.

No habían pasado ni 30 minutos del plagio cuando se sintió profundamente decepcionada de la policía estatal, como si estuvieran coludidos con los raptores. Todos los policías fueron enviados en una sola dirección en busca de pistas.

Cuando les preguntó a los estatales que cuántos casos de secuestros se resolvían en Guanajuato, ellos le respondieron que el 100 por ciento. Mentían.

Llamó “a todo el mundo” para pedir ayuda.

Pensó en contratar a un investigador privado, pero cobraba 2 mil 500 dólares al día más gastos, lo cual era imposible de pagar pues se le anticipó que el de su esposo no era cualquier secuestro. El modus operandi indicaba que tardaría meses.

En Control Risk, en Inglaterra, un agente le recomendó que si decidía que las investigaciones estuvieran a cargo de las autoridades mexicanas no habría mejores manos ahí para llevar el caso que las de Benito Roa Lara, entonces titular de la Dirección General de Secuestros y Robos de la PFP. Jayne lo buscó y le pidió que tomara el caso. Así fue.

Durante los siete meses y medio de las negociaciones, el trato y el apoyo moral del equipo de Benito Roa fueron excelentes, comenta Jayne, “pero en lo que es la investigación, si tuviera que calificar del uno al diez, les doy cero.”

Los retratos hablados

Los días transcurrían y no había resultados. A tres meses del secuestro de Eduardo, su esposa Jayne ni siquiera había podido hacer los retratos hablados de los plagiarios.

Fue entonces que decidió escribirle una carta al presidente Felipe Calderón para darle a conocer su caso y que supiera que tenía identificados a los secuestradores de su esposo, pero que en la SSP las investigaciones no avanzaban.

Todos los días Jayne le preguntaba al equipo de Benito Roa cuándo le enviarían al dibujante para hacer los retratos. Le respondían que ya casi, “que estaban haciendo trámites”.

Cuando se enteraron de que le escribiría una carta al Presidente, “de un día para otro apareció el artista”.

La carta a Felipe Calderón

Le llamaron de la SSP para preguntarle si no se sentía a gusto sobre cómo estaban llevando el caso y el por qué de la carta al Presidente. Y, con el propósito de evitar “fugas de información”, uno de los agentes le pidió leer la carta antes de que la enviara.

Y Jayne le respondió:

“Por qué quiere controlar una fuga de información si se trata nadamás de entregarla a la mano del Presidente de la República, qué no le quieren fugar información al presidente… Y me dijo: es que probablemente él va a entregar la carta después de leerla a otra persona… y no queremos fugar la información.

Le señalé: pues qué información quieren cuidar tanto: no quiero que digas que es un grupo internacional porque usas el nombre específicamente de quiénes son. Entonces en la carta me obligaron a quitar la palabra internacional y grupo astilla del EPR. Nada más me pidieron de favor que pusiera que se trataba de un grupo guerrillero.”

o – – – o – – – o

“Vamos por ellos”

Eduardo García Valseca asegura, en entrevista con AnimalPolitico.com, que sabe dónde lo tenían secuestrado. Es una información valiosa que la SSP no ha querido escuchar tras su liberación.

Después de los besos y los abrazos, luego de más de siete meses de estar en cautiverio, relata Jayne, Eduardo pidió ir tras sus plagiarios. Le solicitó reunir al equipo que realizaba las investigaciones de su secuestro porque quería aportar datos y hacer un croquis para dar con ellos.

“Si te tapan los ojos y te puedes acordar específicamente de que hubo una curva a la derecha tantos minutos, hubo unos topes, luego estos vibradores antes de llegar a unos topes, luego una secuencia de tres topes grandes… en dónde me liberaron, entonces vas formando, vas planteando un plano”, destaca Eduardo.

Se pusieron de inmediato en contacto con el equipo de Benito Roa; allá les dijeron que no se preocuparan, que los llamarían para que hicieran sus aportaciones. Ese día, sostienen, nunca llegó.

A Eduardo y Jayne las autoridades les sugirieron salir del país. Les notificaron que estarían en comunicación con ellos. Les hicieron creer que retomarían su caso pero, a decir de Jayne, “las palabras no fueron de acuerdo con las acciones”.

“Fueron puras promesas las que nos hicieron (Genaro) García Luna y Facundo Rosas. No solamente nunca nos llamaron sino que nos contestaban siquiera las llamadas”, dice Eduardo, y puntualiza:

Eso da una tristeza enorme porque por eso está la situación de México como está. Se quieren levantar el cuello nadamás con pequeños logros que, la mayoría, los han conseguido por la ayuda de la DEA. Las autoridades no han demostrado que tengan capacidad de resolver la problemática de México… los números hablan por sí solos”.

Pero si no actúas inmendiatamente y no recibes esta información… Yo lo que veo es que no actúan con la velocidad. Las autoridades no tienen la voluntad de resolver la problemática y las cosas se van haciendo más y más lentas y es una de las razones por las que no agarran a nadie.”

Dice el gobierno federal que ha agarrado a presos sin precendentes, pero nunca había estado el país en la situación tan crítica que nos encontramos ahora, infestado de crimen, luego (los presos) se salen de las cárceles… y los medios no publican ni sus fotos ni sus nombres, sobre todos los masivos, como la televisión”.

México se ha convertido en un paraíso terrenal para los secuestradores de todo el mundo porque no los agarran, y si los agarran, se escapan. La policía es muy buena para negociar con ellos, pero a la hora de las investigaciones ya no hace nada. El secuestro en México se está volviendo un negocio próspero”.

o – – – o – – – o

Los secuestradores gourmet

No sólo no se les ha hecho justicia, refiere Eduardo, sino que las autoridades no quieren aceptar, pues ha “rasurado” información de expedientes, que quien lo plagió es un grupo de secuestradores con ideología socialista desprendido del EPR y vinculado con las FARC y el grupo terrorista ETA.

Se trata de un grupo “burgues” que se salió del EPR, un grupo que ya no anda en la sierra sino en buenas casas, con buenos autos y excelente comida, un grupo de “revolucionarios” que manda a capacitar a algunos de sus miembros con las FARC o con ETA y que se fortalece con dinero de sus secuestrados. Un grupo criminal que tiene en la mira a más personas.

“Es una cosa bien conocida que estos grupos tienen intercambio y se están fortaleciendo. Cada vez que agarran millones de dólares, como en el caso del “Jefe” Diego y otros secuestrados anteriormente, se fortalecen. En México ya está la guerrilla distribuida por toda la República. Si no se actúa en una forma inmediata y con conciencia se originará un problema mucho más grave del que se vive ahora”.

“Que tú tengas una ideología socialista o la que tú quieras tener, tienes la libertad de hacerlo, pero no justificar con esto los crímenes que hacen con tal magnitud y agarrar a personas ajenas como en el caso de todos nosotros y privarlos de su libertad, robarlos, acabarlos emocionalmente, físicamente, en todos los aspectos”, puntualiza el empresario.

o – – – o – – – o

La visita de Facundo Rosas

Con la liberación del “Jefe” Diego en diciembre pasado, el caso García Valseca rompió el silencio. Eduardo señaló que el gobierno sabe quién lo secuestró. Desde la dependencia que dirige Gerardo García Luna lo volvieron a contactar.

El lunes pasado, Facundo Rosas, comisionado de la Policía Federal, lo visitó a él y a su esposa Jayne Rager en Estados Unidos. El funcionario les pidió no hablar más a la prensa.

Además, dice Eduardo, Rosas les refirió que la información de su caso la tienen en el Ministerio Público, pero un fiscal de la PGR les informó que no, que la información está en la Policía Federal. Se pregunta dónde quedó la bolita.

Una cuestión más que abordó con Facundo Rosas fue sobre la naturaleza del grupo que lo secuestró: la información fue “rasurada” del expediente. Se oculta la verdad.

El empresario ha solicitado a la PGR que atraiga su caso y que invite al FBI a colaborar en las investigaciones.

o – – – o – – – o

Apunte final

Hoy, a tres años de su liberación, cuando la justicia no ha llegado, Eduardo manifiesta su preocupación de lo que hoy ve en México, un país infestado de actividad criminal en la que los delincuentes controlan varias zonas. Un país en el que es necesario alzar la voz y señalar lo podrido.

Y finaliza:

“En el México corrompido nos damos cuenta que a los políticos lo único que les importa es levantarse el cuello y decir números y propagandas que no son las reales. México está cada día peor.

Hay que aceptar que estamos en el hoyo en que estamos para sacarnos con voluntad, con huevos y capacidad… hay que ser más grandes que el problema.”

“Cuando tú ves a un enfermo y el doctor te dice que ya está mejorcito pero lo estás viendo que cada día está peor, o cambiamos de doctor o tomamos otra determinación. México es un país tan grande, tan bello… no podemos dejar que se siga deteriorando. Todos tenemos que cooperar, cada quien con su grano de arena para sacar a este país adelante.”

Lo que hacemos en Animal Político requiere de periodistas profesionales, trabajo en equipo, mantener diálogo con los lectores y algo muy importante: independencia
Tú puedes ayudarnos a seguir.
Sé parte del equipo
Suscríbete a Animal Político, recibe beneficios y apoya el periodismo libre.
Iniciar sesión

Registrate
Suscribete para comentar...
image