Puebla, Pue.- El primer día de su trabajo proselitista, el 4 de abril de 2010, Rafael Moreno Valle -el candidato panista a la gubernatura de Puebla- esperaba que Fernando Manzanilla Prieto -su compañero de correrías en el último tramo de su pasado priista y también coordinador de su campaña- no llegara al gobierno con él de la mano.
En todo caso, Moreno Valle prefería que finalmente se casara con su hermana, Gabriela Moreno Valle Rosas, con quien para entonces ya llevaba un noviazgo de tres años y medio.
Entrevistado en una estación de radio local, el entonces candidato de la coalición opositora (PAN-PRD-Panal-Convergencia) así respondió a las filtraciones periodísticas que ponían a Manzanilla Prieto al frente de la campaña morenovallista y que, desde entonces, lo colocaban como el segundo a bordo, ya fuera en la Secretaría de Gobernación o como coordinador de asesores: “Es alguien que ha tenido contacto con los grupos de panistas, que tiene una buena relación con ellos, que no va a participar en el gobierno, que está haciendo un favor personal. Espero que para cuando yo sea gobernador, Fernando Manzanilla esté impedido legalmente para participar, porque ya después de tres años y medio andando con mi hermana espero que para entones ya esté casado con ella.”
Ahora, ocho meses después, nadie duda que Manzanilla Prieto será su secretario de Gobernación y el verdadero poder tras la silla gubernamental. Sin embargo, del noviazgo con la hermana de Moreno Valle nadie parece acordarse.
El poder tras el trono
Cuando Rafael Moreno Valle aceptó encabezar la Secretaría de Finanzas en el sexenio del exgobernador priista Melquiades Morales, en ese entonces la dependencia más poderosa, ya que integraba las funciones de Desarrollo Social que controlaba la cartera y el reparto de los recursos a la población marginada, impuso una condición: él escogería a su equipo de trabajo. No habría espacios para recomendados que no cumplieran con un perfil básico: juventud, buena cuna y estudios en el extranjero. No sería una agencia de colocaciones para pagar favores políticos.
El exgobernador de Puebla, Melquiades Morales, quien empezó su carrera política con el empuje del general Moreno Valle, abuelo del hoy gobernador electo, lo dejó hacer. Y con el nieto llegó Manzanilla Prieto, un joven egresado con mención honorífica del semillero de cuadros políticos en que se convirtió el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y maestría en Políticas Públicas de la Escuela John F. Kennedy de la Universidad de Harvard, para instalarse como subsecretario de Egresos.
Manzanilla Prieto no sólo coordinó la pasada campaña electoral de Moreno Valle, la cual les permitió imponerse sobre el delfín del marinismo, Javier López Zavala, sino que también estuvo a cargo en 2003 de la operación de la precampaña del hoy gobernador electo, cuando en aquel entonces buscaron competir contra Mario Marín.
Concluida la contienda electoral de julio pasado, Rafael Moreno Valle Rosas nombró al novio de su hermana como coordinador del equipo de transición. En ese primer grupo también estuvieron Amy Camacho, directora general del parque Africam Safari; Ardelio Vargas Fosado, diputado federal por el PRI y exdirector del área de inteligencia y contrainteligencia del Cisen y exdirector de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), y Pablo Rodríguez Regordosa, diputado federal por el Partido Acción Nacional (PAN) e integrante de unas familias más cercanas a la ultraderecha poblana.
El supersecretario
Manzanilla Prieto ocupará una posición que hasta el momento no existe: secretario general de Gobierno, figura similar a la que ya opera en el gobierno de Nuevo León. Esto le permitirá al egresado del ITAM ocuparse no sólo de la política interior del estado, sino además de la comunicación social y erigirse como jefe de gabinete.
La reforma a la ley orgánica del estado aún no se presenta formalmente en el Congreso local, ya que se espera que llegue en la primera semana de enero, cuando arranquen las labores en el palacio legislativo.
La aprobación no será problema alguno, pues en el último mes la bancada mayoritaria del PRI, que actuó como aplanadora legislativa durante el marinismo, ya se puso a las ordenes del morenovallismo: en los últimos días del tercer periodo de sesiones aprobaron un paquete de reformas que permitirán al gobierno que entrará en funciones en febrero próximo operar la obra pública a través de los Proyectos de Prestación de Servicios (PPS); también se eliminó un candado para permitir que la Secretaría de Salud pueda ser encabezada por el actual delegado del ISSSTE en la entidad, Jorge Aguilar Chedraui.
Manzanilla además llegará con un equipo de trabajo para operar la nueva Secretaría de Gobierno, que poco tiene que ver con los partidos que conformaron la coalición que llevaron a su cuñado al poder, pues todos sus subsecretarios y mandos medios son de filiación priista.
