Andrés Manuel López Obrador tiene programado realizar un gran evento en el que de nueva cuenta dará a conocer su Proyecto Alternativo de Nación el próximo 20 de marzo del 2011 en el Auditorio Nacional de la ciudad de México, justo en el momento en que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) esté eligiendo a su nuevo dirigente nacional.
Esta fecha no se ha movido. Y hasta el momento no existe intención de modificarla luego de que el propio López Obrador ha pedido licencia para separarse de esta fuerza política que él mismo dirigió y que lo llevó a la jefatura de Gobierno de la ciudad de México en el año 2000.
Desde que se lanzó por la Presidencia, López Obrador ha sido arropado por un selecto grupo de intelectuales que, con menos actividad política y pública, han apoyado no sólo las aspiraciones del tabasqueño sino también sus distintas acciones.
Constructores de sus propuestas en materia económica, energética y ahora en su Proyecto Alternativo de Nación son ellos quienes le hablan al oído y a quienes López Obrador escucha y respeta sus opiniones.
El círculo de consejeros:
- Arnaldo Córdova
- Enrique González Pedrero
- Luis Javier Garrido
- José María Pérez Gay
- Lorenzo Meyer
- Rogelio Ramírez de la O
- Elena Poniatowska
- Armando Bartra
- Ignacio Marván
- Julio Scherer Ibarra,
- Héctor Vasconcelos,
- Luis Linares, entre otros.
El Proyecto Alternativo de Nación, que fue sometido a un proceso de “consulta ciudadana” durante los meses de septiembre a diciembre del año 2010, servirá de plataforma político-electoral para el tabasqueño en su intención de llegar a Los Pinos.
El documento, el cual es un compendio de propuestas que deslizó desde su campaña en 2006 y que ha venido nutriendo en los últimos meses, descansa en 10 ejes:
- Promover la revolución de las conciencias y un pensamiento crítico.
- El Estado debe estar al servicio del pueblo y de la nación.
- Democratizar el acceso a los medios.
- Por una ética republicana y el combate a la corrupción.
- Crear una nueva economía.
- Combatir los monopolios.
- Abolir los privilegios fiscales para redistribuir la riqueza.
- El sector energético, palanca del desarrollo nacional.
- El campo y la soberanía alimentaria.
- El estado de bienestar y lucha contra la desigualdad.
Las bajas
El equipo con el que Andrés Manuel López Obrador buscará por segunda ocasión la Presidencia de la República es prácticamente el mismo que el de 2006. La mayoría de sus incondicionales se mantiene, pero hay bajas notables en lo que fue el círculo más cercano de colaboradores.
Para empezar, el perredista Jesús Ortega Martínez -quien fungió como coordinador de campaña del tabasqueño- no sólo se ha alejado sino que se ha convertido, junto con su corriente Nueva Izquierda, en los más férreos opositores. Las diferencias entre ambos personajes se presentaron desde la campaña electoral y explotaron con la instalación del plantón en Reforma, medida que no apoyó el hoy dirigente del PRD y que alentó la separación entre ambos.
La estructura compacta que López Obrador creó para coordinar sus “redes ciudadanas” se ha mantenido en términos generales: Ricardo Monreal, Adán Augusto Hernández, José Agustín Ortiz Pinchetti y Rafael Marín Mollinedo siguen trabajando para fortalecer la estructura electoral, mientras que Socorro Díaz optó por la trinchera de la
Asociación Encuentro para fortalecer la imagen del exjefe del gobierno capitalino.
Pero a cinco años de distancia, un hombre clave se ha alejado de él: Manuel Camacho Solís. Aunque se mantuvo fiel al tabasqueño aún después de los comicios presidenciales, el coordinador del Diálogo por la Reconstrucción de México (DIA), no estuvo de acuerdo la creación de un “gobierno legítimo”; no convalidó la decisión de impedir la toma de
protesta de Felipe Calderón, y cuando asumió la coordinación de la alianza política entre PRD, PT y Convergencia vio el momento propicio para pintar su raya. Actualmente está decidido a impulsar la candidatura a la Presidencia de su pupilo, Marcelo Ebrard.
Para Ricardo Ruíz, exsecretario de gobierno del DF y uno de los colaboradores del tabasqueño, “las bajas” en el equipo son básicamente las de Ortega y su grupo y evita hablar de una fractura entre Camacho y López Obrador.
“Camacho estuvo participando sobre todo en el Movimiento por la Defensa del Petróleo, terminó este movimiento y él ha seguido su propia ruta. Pero ni confrontado ni fuera, yo creo que hay coincidencias con él en diferentes temas como la relación que tiene Marcelo con Andrés Manuel, que es una muy buena relación donde puede haber diferencias de puntos de vista en algunas cosas pero donde hay puentes y mecanismos de comunicación”, sostiene.
Francisco Yee, otro expriista experto en estrategia electoral, abandonó el barco apenas concluyó el proceso electoral de 2006.
López Obrador nunca depositó en los partidos que apoyaron su candidatura la responsabilidad de los recursos, ni la estructura electoral ni la definición de su programa, pero estos se plegaron sin chistar a la campaña. Hoy el panorama es distinto, con excepción del Partido del Trabajo cuyo Congreso Nacional avaló el pasado 19 de febrero su candidatura a la Presidencia de la República, en el PRD y Convergencia se experimentan ciertas resistencias.
En el sol azteca no sólo la corriente de Ortega se opone, también otras como Alternativa Democrática Nacional, que dirige el senador Héctor Bautista, y Foro Nuevo Sol, de la ex gobernadora Amalia García, se han pronunciado abiertamente por Ebrard. Y algunos incondicionales al tabasqueño como el ex presidente de ese partido, Leonel Cota, están fuera de este partido.
En Convergencia también hay oposición. Su expresidente nacional Luis Maldonado ha decidido incorporarse a la Fundación Equidad y Progreso que promueve a Ebrard. “Yo sí me he pronunciado a favor del jefe de gobierno del DF, Marcelo Ebrard” soltó el dirigente.
Maldonado y López Obrador nunca mantuvieron una buena relación. Pero la situación se tensó entre ambos personajes en el 2009 cuando el aspirante presidencial ofreció hacer campaña por PT y Convergencia en
las elecciones intermedias. El acuerdo favoreció más a los petistas que lograron una votación a nivel nacional del 5%, mientras que los convergentes apenas alcanzaron el registro ante el Instituto Federal Electoral.
En su momento, el ahora secretario de Educación de Puebla cuestionó que durante la campaña se haya favorecido al Partido del Trabajo porque fue este instituto político el que concedió a los colaboradores del tabasqueño mejores lugares en la lista candidatos a diputados por la vía de la representación proporcional, dejando de lado la promoción del voto a favor de Convergencia.
Mención aparte merece el grupo de “consejeros” de López Obrador que se nutrió de personajes como el historiador Arnaldo Córdova, el sociólogo Armando Bartra y el economista y exsecretario de Hacienda David Ibarra. Pero en este grupo no descansa responsabilidad alguna sobre las actividades proselitistas del tabasqueño.
