“No olviden que la Operación Tequila vuelve a la carga a las 5PM. Aquí las instrucciones de cómo unirse”.
Este mensaje proviene de la cuenta de Twitter @contralacensura. Por sí solo, parece inocuo. De hecho, podría ser un tweet cualquiera, de no ser porque forma parte de la primera estrategia masiva de hacktivistas pensada y ejecutada en México. El primer blanco –el sitio de MVS Noticias—ya tuvo éxito, pues el miércoles por la noche, quedó fuera de línea por un par de horas.
El segundo, el sitio corporativo de MVS, está en la mira.
Aunque fue una iniciativa que nació casi impromptu, el grupo de ciberactivistas Anonymous Latinoamérica decidió apoyar la acción y, posteriormente, reivindicarla.
Este grupo global—como ellos mismos se definen— saltó a la notoriedad internacional por haber defendido al sitio de filtraciones diplomáticas WikiLeaks mediante el hackeo de las empresas que le dieron la espalda. Entre ellas, la tienda en línea Amazon, los sitios de Visa, Mastercard y Paypal.
Hackers, piratas, gente con muchos o con pocos conocimientos de telecomunicaciones. En esta ‘guerrilla electrónica’ caben todos los que quieran sumarse, siempre y cuando tengan una computadora conectada a internet.
El especialista en democracia y redes, Antonio Martínez Velázquez, explica que esta es una red “distribuida y descentralizada”. Esto significa que actúan sin líderes, portavoces y siempre bajo el anonimato.
La salida de Carmen Aristegui de su noticiario prendió la mecha para que los activistas ejecutaran este plan que dejó de manifiesto —como ya había informado Animal Político— que Anonymous también actúa en México.
“Es un acto legítimo”
A.N., ingeniero en sistemas, se define como parte de Anonymous. No rebasa los 25 años y sobre su profesión, sólo dice que es programador. Luego de varios intentos en foros y redes sociales, A.N. accedió a charlar por Skype.
De voz clara, pero nerviosa y a veces titubeante, A.N. asegura haber creado la cuenta de Twitter @AnonymousMX, sin embargo, la administran varias manos. ¿Cuántas? Ni siquiera él lo sabe. El mismo día que la creó compartió el usuario y la clave en un foro de internet donde ‘chatean’ otros Anónimos de todo el mundo. En aquella ocasión compartió el password con una decena de personas, pero esa decena pudo habérselo dado a otra decena. Desde ese momento, la cuenta es de todos y a la vez de nadie.
Desde el surgimiento de @Contralacensura, una de las cuentas de Twitter que abiertamente apoyó la Operación Tequila, varios usuarios de esa red social lanzaron la pregunta sobre las consecuencias jurídicas de tirar un sitio en un ataque de Denegación de Servicio.
Si bien, participar en una acción de estas no tendría mayores consecuencias dado el anonimato de la red, es posible que el convocar a ellas sí pueda significar un delito. Sobre todo si el que convoca ha tenido el mal tino de dejar un cabo suelto que revele su identidad.
Sin embargo, a A.N. el asunto no le quita el sueño. “Me da igual. Se me hace un acto legítimo. No me preocupa”.
Lo que sí deja en claro es que prefirió no participar en el ataque a MVS por considerarlo una reacción a botepronto y sin trascendencia internacional como la Operación Payback de apoyo a Wikileaks y en la cual, cuenta con orgullo, sí participó.
Cuando se le pregunta si puede estimar cuántos Anónimos participaron en el ataque al sitio de la radioemisora, sus estimaciones quedan muy lejos de las decenas de miles que calcula el comunicado oficial de Anonymous Latinoamérica. “Yo creería que unos 25, a lo mucho. Pero no podemos saber”.
La distancia que tomó de la Operación Tequila no lo hace separarse de su pertenencia. La primera vez que el joven se topó con Anonymous fue hace tres años. Explicar por qué se unió a esta organización sin jerarcas le cuesta trabajo.
“Cuando yo lo conocí ya era parte del mainstream en Estados Unidos. Me gustó que poco a poco Anonymous ha ido tomando conciencia de la magnitud de su poder. De que la gente se va dando cuenta de que no necesita un güey opresor”, dice entre largos silencios.
El ataque a Presidenta, un ‘calentón’
Aunque los anónimos han salido a protestar en ciudades como Londres, en apoyo a Julian Assange, el fundador de Wikileaks, nunca se les ha visto la cara. En cada acto público aparecen con la máscara de Guy Fawkes, el mítico anarquista de la tradición inglesa que sirvió de inspiración a la novela gráfica —y después película—V for Vendetta. A.N. cree que la posibilidad de que en México se vean actos similares, solo depende de que haya algún detonador.
“No lo veo complejo pero Anonymous va mas allá de esas protestas. El grupo está tomando conciencia de la magnitud de lo que puede hacer.
Sobre el ataque programado para hoy a las 17:00 horas, A.N. considera que tendrá el mismo efecto mediático; pero lo que a él le preocupa es que a la sociedad llegue el mensaje de repudio a la censura y, dice “a la opresión”.
Eso sí. Deja en claro que el ataque al sitio web de la Presidencia de la República, ocurrido poco después del primero contra MVS, fue solamente “un calentón”. Los anónimos, en el frenesí de ‘tumbar’ sitios, pueden pasar a uno y otro sin recordar la razón primaria de su protesta.
En los primeros minutos de este viernes, en la cuenta @AnonymousMX, se proponían como nuevos blancos otras estaciones del grupo radiofónico. ¿Es A.N. el responsable de estas llamadas? Quién sabe. Lo único que se puede saber es que todos los ciberactivistas trabajan bajo una misma consigna: “Somos Legión. Somos Humanos. No perdonamos. No olvidamos. ¡Espéranos!”.
#YoSoyAnimal
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