Excélsior retoma en primera plana el tema de la “polémica” nueva sede del Senado, la cual tuvo un sexto retraso en la fecha prevista para su inauguración; asimismo señala que pese haberse invertido dos mil 300 millones de pesos en su construcción, el espacio resulta insuficiente para los dos mil 100 empleados.
Por esta razón se planea la edificación o adaptación de un anexo para colocar a cerca de 400 trabajadores que no tienen oficina en las nuevas instalaciones, para ello se prevé utilizar los predios ubicados en la esquina de Insurgentes y la calle Madrid.
Por sexta ocasión, la empresa GAMI pospuso la entrega de la nueva sede del Senado, pero ahora será sancionada: a partir del primer minuto del 1 de abril, la constructora pagará los casi 400 mil pesos diarios que eroga el Senado en la renta de diez edificios, amén de que se le aplicarán multas millonarias por cada día de retraso y se pedirá la intervención de las autoridades disciplinarias federales.
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