El príncipe heredero de Japón, Naruhito y su esposa la princesa Masako, visitaron hoy uno de los refugios de los damnificados por el terremoto del pasado 11 de marzo y la crisis nuclear en Fukushima, para llevarles un mensaje de aliento.
A casi un mes del desastre natural, que ha dejado al menos 12 mil 468 muertos, la pareja imperial llegó esta tarde al estadio Ajinomoto de Chofu, oeste de Tokio, donde se refugian alrededor de 129 personas, la mayoría residentes de la central nuclear de Fukushima I.
Vestidos con ropa informal, similar a la que utilizaron la semana pasada los emperadores Akihito y Michiko en su visita a otros campamento de refugiados, los príncipes japoneses conversaron con las víctimas y los alentaron a tener paciencia.
Naruhito y Masako se acercaron a una mujer de 83 años, que dejó su casa ubicada a 10 kilómetros de la central de Fukushima I por la fuga nuclear, y le preguntaron por su salud y la situación de familia, según un reporte de la agencia informativa japonesa Kyodo.
La visita al campo de refugiados es el primer actos público de la princesa Masako desde octubre pasado, debido a una severas depresión que padece desde 2003, atribuida a la presión de no poder concebir un hijo varón para heredar el trono.
La llamada “princesa triste”, de 47 años de edad, fue recibida con mucho cariño por los evacuados, quienes le expresaron su agradecimiento por su visita, dado su estado de salud, y le enviaron saludos para su pequeña hija, Aiko.
La visita de la pareja real japonesa se dio poco después de que la Agencia Imperial informó que invitará a los evacuados de tres refugios en Tokio a una visita guiada por los jardines del Palacio Imperial, un parque de unos 210 mil metros cuadrados.
Hace justo una semana, el emperador de Japón Akihito y su esposa Michiko visitaron el campamento de refugiados instalado en el centro Tokyo Budokan, donde viven más de 300 personas que fueron desalojadas de las prefecturas de Miyawi Iwate y Fukushima.
En un hecho inesperado, los emperadores llegaron al campamento y convivieron con los damnificados, les preguntaron cómo se sentían y los alentaron a mantener la calma, ser pacientes y apoyarse unos a otros para aminorar la situación que están pasando.
Notimex.