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Los olvidados del gobierno: otra cara de la #MarchaNacional
Los olvidados del gobierno: otra cara de la #MarchaNacional
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Los olvidados del gobierno: otra cara de la #MarchaNacional
09 de mayo, 2011
Por: Francisco Sandoval Alarcón (@MrTerremoto)
@WikiRamos 

Son los olvidados del gobierno. Los desaparecidos y muertos cuyos expedientes se encuentran relegados en las agencias del Ministerio Público del país y que llevan años sin ver la luz.

Testimonios que evidencian la impunidad que existe en México cuando se trata de investigar crímenes relacionados con delincuencia organizada y que mantienen temerosas a  familias completas que no saben qué hacer o en quién confiar cuando se trata de pedir claridad en las indagatorias.

La marcha del silencio convocada por el escritor y poeta Javier Sicilia fue una catarsis para muchas de estas familias. Caminar hombro a hombro con personas que han perdido a alguien, ya sea por estar coludidos directa o indirectamente en actividades delictivas o por estar en el momento y el lugar equivocados.

Esos fueron algunos de los motivos para mostrar su historia. A exigir un “ya basta” a una “guerra” que ha arrojado cerca de 40 mil muertes y alrededor de 6 mil desapariciones –según cifras de organismos civiles de estados como Chihuahua, Tamaulipas, Baja California, Coahuila y Sinaloa-, pero que además ha dejado un cúmulo de crímenes sin resolver y una autoridad que pareciera, al menos por el rezago existente en la materia, enfrenta dificultades para combatir a nivel federal, estatal y municipal a las células del crimen organizado que operan en cada región del país.

Las cinco son historias de impunidad, de indiferencia gubernamental, de dolor humano por la pérdida o muerte de un ser querido, que este domingo se entrecruzaron durante la movilización de más de 200 mil personas -según cifras de los organizadores- que se realizó en la ciudad de México.

“No sabemos si hay avances”

Cristóbal, uno de los desparecidos
Cristóbal, uno de los desaparecidos.

Cristóbal Domínguez era un muchacho inquieto como cualquier joven a los 16 años de edad. Originario de Sinaloa, el adolescente fue asesinado por “encontrarse en el lugar equivocado”, como señala su hermano César.

Fue el 10 de junio de 2008 cuando se registró el crimen. En esa ocasión el joven acudió al taller mecánico donde su familia llevaba a revisar el carro, pero tuvo la mala fortuna que en esa ocasión un comando armado irrumpió en el taller para buscar a su dueño y, a su paso, acribilló a todos los clientes.

Junto con Cristóbal, también murieron trabajadores del taller, clientes, así como maestros de la Universidad Autónoma de Sinaloa que al igual que el adolescente acudieron ese día al establecimiento a revisar y darle mantenimiento a sus vehículos.

“La PGR atrajo las investigaciones y no nos han dicho nada. No sabemos si hay avances o líneas de investigación”, comenta César, mientras recorre el último trayecto de la Marcha del Silencio y sostiene una fotografía ampliada de su hermano cuando tenía 15 años.

“Nada nos dicen”

Familia completa secuestrada en Xalapa
Familia completa secuestrada en Xalapa

Cargando una pesada lona que a su vez tiene impresa las fotografías de cuatro mujeres, entre las que se encuentran los rostros de dos adolescentes, Carlos es otro de los familiares que acudió a la Marcha del Silencio para pedirles a las autoridades de su estado resolver la desaparición forzada de su familia, ocurrida el 6 de enero de 2011, en el municipio de Xalapa, Veracruz.

A las cuatro mujeres las desaparecieron de madrugada mientras dormían en su domicilio. Las sacaron a la fuerza y desde aquel trágico día no han sabido o tenido noticias de ellas.

“La Procuraduría de Justicia del Estado no se ha pronunciado al respecto”, explica de manera muy breve el familiar de las víctimas, quien antes de finalizar la charla reconoce que en estos más de cuatro meses, las autoridades locales no le han proporcionado ningún tipo de información. “Absolutamente nada nos dicen”, concluye.

“La investigación no avanza”

Jóvenes neolonenses, también secuestrados
Jóvenes neolonenses, también secuestrados

“Ellos sí tenían madre ¿y tú Felipe Calderón?”, es lo que se podía leer en una extensa lona que contiene la fotografía de cuatro jóvenes neoleoneses, secuestrados el 12 de enero de 2008, cuando regresaban de una excursión hecha a La Presa de la Boca en Monterrey, Nuevo León.

Se trata de Óscar Chavana, Julio López Alonso, Daniel Treviño y Leo Garza, quienes desde hace más de tres años se encuentran en calidad de desaparecidos y hasta el momento ninguna autoridad a nivel estatal o federal ha podido encontrar indicios que permitan suponer qué pudo haber pasado con ellos.

La desaparición de estos cuatro jóvenes por parte de un grupo de policías locales, generó que Julia Alonso, madre de uno de los desaparecidos, le enviará una carta a Margarita Zavala, esposa del presidente Felipe Calderón, en la que le solicitaba su ayuda para investigar el múltiple crimen.

La respuesta surtió efecto al grado que el entonces Subprocurador de Investigación en Delincuencia Organizada de la PGR, Noé Ramírez Mandujano, se encargó personalmente de encabezar las indagatorias. A los pocos meses, sin embargo, la afligida Madre se enteró por las noticias que el Fiscal había sido encarcelado por sus vínculos con el narcotráfico.

“La investigación no avanza absolutamente nada. Hacen como que van a investigar y la dejan sin resolver para que nos olvidemos de ella. Solamente cuando son casos muy sonados hacen investigaciones”, sostiene Julia Alonso.

“No hay resultados, aun siendo federales”

Policías Federales desaparecidos
Policías Federales desaparecidos

Temerosas de posibles represalias, pero cansadas de las evasivas que han tenido desde hace año y medio por parte  de las autoridades, un grupo de mujeres y familiares de siete policías federales desaparecidos desde el 16 de noviembre de 2009, decidieron romper el silencio y salir a marchar para pedir resultados a la corporación donde laboraban sus esposos e hijos.

Los siete, así como un civil que los acompañaba -que también se encuentra desaparecido-, son originarios del Distrito Federal pero en noviembre de 2009, los enviaron a Michoacán como parte de un operativo federal implementado en ese estado. Se trata de Carlos Ruiz, Luis León, Pedro Vázquez, Humberto Ugalde, Israel Usla, Víctor Gómez, Sergio Santoyo y Bernardo López, cuyas familias exigen una respuesta inmediata que les permita saber qué pudo haber pasado con ellos.

No hay resultados aun siendo federales. Aun siendo, como dicen, hijos de gobierno”, explica una de las familiares quien solicitó el anonimato para hablar del tema.

Explicó que en todo este tiempo sólo han recibido evasivas de los jefes del destacamento donde estaban inscritos los siete agentes, quienes según se enteraron de buena fuente, están siendo investigados por la comisión de delitos federales y vínculos con la delincuencia.

Argumenta autoridad “autosecuestro”

Andrés, otro desaparecido
Andrés, otro desaparecido

La fotografía de Andrés Sánchez Díaz fue otra de las imágenes que acompañaron a las más de 200 mil personas que, según los organizadores de evento, participaron en la Marcha del Silencio que inició en Ciudad Universitaria y finalizó en el Zócalo.

Familiares del joven explicaron que a más de tres años de su desaparición las autoridades del Distrito Federal –donde fue denunciado el hecho-, no les han proporcionado avances en las indagatorias y lo único que les dijeron en su momento es que “pudo tratarse de un autosecuestro”.

Y las otras miradas

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