Los nombres, teléfonos y hasta direcciones de niños que cursan la primaria en el Distrito Federal, información bajo custodia de la Secretaría de Educación Pública, fueron obtenidos ilegalmente por el Centro de Computación Profesional de México (CCPM), que los utiliza para llamar a las casas e invitar a los niños a tomar cursos en sus planteles.

Los datos confidenciales son “los de la Prueba Enlace”, explican las personas que llaman a los domicilios particulares de los menores de edad, con base en lo denunciado por los padres de familia que recibieron estas llamadas.

Ante el uso ilegal de estos datos, la Secretaría de Educación Pública inició una investigación para determinar el origen de la fuga de información, confirmar si fue vendida la base de datos de los alumnos de educación básica capitalinas y deslindar responsabilidades.

“Tengo instrucciones precisas de dar seguimiento puntual al asunto, de levantar una denuncia y deslindar responsabilidades. El área jurídica ya tiene conocimiento”, informó Hermelinda Perroni, directora del Centro de Desarrollo Informático Arturo Rosenblueth (CEDIAR), instancia responsable de resguardar la base de datos de los estudiantes de educación básica en el Distrito Federal.

“No tenemos nada de la Prueba Enlace, no hay nadie que nos lo esté proporcionando y me espanta que haya alguien que nos quiera embarcar, que tengamos un empleado que diga cosas incorrectas y nos meta en una bronca.

“No es correcto, no lo hacemos así. Si están diciendo eso tomaremos cartas internamente; queremos saber cómo, cuándo y por qué. Porque no es la política ni son los procedimientos internos de base de datos. Nuestra política es dar la cara. Nos interesa quedar bien, en el sentido de no hacer las cosas mal”, explicó en entrevista.

No obstante, el presunto desconocimiento del área corporativa del CCPM, personal de telemarketing ha realizado en el último mes llamadas a casas particulares del Distrito Federal preguntando por los papás de los niños. Dan el nombre completo del alumno y en algunos casos confirman su dirección.

Explican que el centro cuenta “con un proyecto educativo anual para beneficiar a jóvenes desde sexto de primaria en adelante, para que puedan tener un certificado como técnico operador de microcomputadoras”.

En el área de telemarketing se indicó que para poder participar en este proyecto “se les realiza una visita para determinar si cumplen con un perfil y si son candidatos a este apoyo. Posteriormente se les aplica un estudio socioeconómico para determinar las inversiones mínimas que podrían hacer. Para eso es la llamada, para que se les agende una cita para que un asesor pueda ir a visitarlos y aplicarles el perfil del estudio socioeconómico y que les informen de los beneficios del carnet”.

– Nos comentaban que ustedes obtienen los datos de los chicos a través de la Prueba Enlace, ¿es así?

– Sí, es a través del examen Enlace.

– ¿Y cómo funciona esto señorita? ¿Tienen algún tipo de convenio con la Secretaría de Educación Pública?

– Es que se realiza cada año la campaña educativo. Se realiza un sorteo cada año y estos chicos salieron beneficiados para que se les otorgue un carnet y de ahí salen los datos

–¿La SEP tiene conocimiento de esta campaña educativa y por eso les dan los datos?

– Sí.

– ¿Y por medio de qué funcionario de Enlace?, ¿cómo funciona?

– Pues la verdad eso sí ya no le sabría decir, a nosotros sólo nos mandan los datos.

De acuerdo con la información proporcionada a los padres de familia, estas llamadas se hacen por zonas y se “escogen” a los mejores promedios de la Prueba Enlace para que reciban este beneficio del CCPM.

Consultado al respecto, el encargado de la Unidad de Servicios Corporativos de CCPM, Rafael Cortés Arroyo, indicó que ellos arman su propia base de datos a través de encuestas personales realizadas a jóvenes mayores de 13 años, las cuales son realizadas a las salidas de las escuelas y en los parques donde suelen reunirse los chicos al terminar las clases.

“Esto es algo no corporativo. No es parte de las políticas, no es parte de lo que trabajamos. Acudiremos al plantel Coyoacán y preguntaremos qué están diciendo. No somos este tipo de personas”, resaltó.

El CCPM fue fundado hace 37 años, cuenta con 22 planteles en el DF –la mayoría a la salida de una estación del metro-, tiene una plantilla de casi 2 mil empleados y se vende como “la mejor escuela de computación en México”, según su portal de internet.

Arranca investigación

La investigación sobre la fuga de datos se realiza a través del CEDIAR, toda vez que los alumnos que a partir de este lunes aplican la Prueba Enlace en todo el país sólo proporcionan nombre completo y CURP (Clave Única de Registro de Población), explicó por su parte Francisco Ciscomani, titular de la Unidad de Coordinación Ejecutiva de Política y Planeación Educativa de la SEP.

“Hay datos de contexto en el examen para medir el posible grado de marginación, pero no es información específica con nombre, teléfono y apellidos. Y se le da un seguimiento al niño conforme avanza en grado. Pero no hay datos personales de los niños en la Prueba Enlace, ni los niños los pone en el examen”, indicó Ciscomani.

Toca entonces a las entidades responsables de las inscripciones resguardar los datos, que en el caso del Distrito Federal corre a cuenta de la Administración Federal de Servicios Educativos como órgano desconcentrado, y del cual depende el CEDIAR.

Hermelinda Perroni indicó que “es prácticamente imposible” que la presunta fuga se esté dando desde el CEDIAR, ante las medidas de seguridad que existen para resguardar los datos personales de los alumnos.

“Acceder al Centro de Desarrollo Informático y al Centro de Cómputo que resguarda la base de datos implica una serie de medidas. Primero, para entrar al inmueble se tienen que registrar y autentificar la persona que entra y además nos tienen que decir con quién vienen.

“Segundo, el centro de cómputo es un área del CEDIAR protegida con acceso electrónico. Solamente tenemos cuatro claves de acceso electrónico a ese centro para evitar precisamente cualquier contingencia. Si no hay clave, nadie ingresa. Adicionalmente, a la base de datos integral tiene acceso una sola persona que se encarga de hacer los respaldos y tiene que pedir autorización para poder entrar. Este es el tramo de control más importante”.

Incluso, enfatizó que no están autorizados a proporcionar los datos ni a los padres de familia o familiares de los alumnos si no es mediante un mandato judicial.

Consideró que ante todas estas medidas de seguridad, la presunta fuga podría darse en las coordinaciones sectoriales donde se recaba la información de las inscripciones antes de llegar al CEDIAR.

“En caso de darse una fuga podría saberse de dónde viene. Esto puede rastrearse. Ahora, es importante resaltar que las áreas que integran la Administración Federal Integral tienen una parte de información sobre escuelas que hacen llegar al Centro de Desarrollo Informático para integrar la base de datos.

“Es decir, cada coordinación sectorial que maneja en su ámbito de competencia ciertas escuelas y ciertos niveles, generan información que sirve para alimentar la base de datos del CEDIAR, pero aquí es muy importante resaltar que esa información que generan es parcial, o sea, información del ciclo escolar que corresponde, y solamente de una coordinación, por ejemplo, Iztapalapa sólo puede manejar lo de Iztapalapa. Y es lo que el CEDIAR integra y controla”.

La base de datos integral de los estudiantes de educación básica en el Distrito Federal incluye 7 mil escuelas, públicas y privadas, de preescolar, primaria y secundaria.