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Hank Rhon: <br>De la mansión a la prisión
Hank Rhon: <br>De la mansión a la prisión
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Hank Rhon: <br>De la mansión a la prisión
09 de junio, 2011
Por: Fausto Ovalle y Francisco Sandoval Alarcón
@WikiRamos 

Cuando era alcalde de Tijuana, al ingeniero Jorge Hank Rhon le gustaba vestir como su padre, el profesor Carlos Hank González. Ahora, en el penal de El Hongo, viste igual que cualquier preso.

Atrás quedaron los días en los que se le vía usar los mismos trajes de su padre y el chaleco rojo con la leyenda H7 que utilizó en su campaña para buscar, de la mano del PRI, la gubernatura de Baja California en 2007.

“Es de pene de burro”, respondía Hank Rhon a los periodistas que cubrían su campaña cuando le preguntaban sobre el material con que estaba hecho el chaleco.

La madrugada del miércoles, sin embargo, luego de varios días de estar retenido en las instalaciones de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) en la ciudad de México, el excéntrico exalcalde tuvo que enfundarse en la misma ropa que visten otros 5 mil 200 reos del penal de Tecate: sudadera y pantalón deportivos en color gris.

Sin privilegios

Propietario del consorcio de apuestas más grande de México y cuya fortuna asciende a mil millones de dólares –según ha reconocido en entrevistas-, el empresario fue sometido a los mismos controles de seguridad que tuvieron que pasar todos los reos del centro, entre los que se encuentran 800 sentenciados por delitos comunes y federales.

“Todos con un perfil criminológico alto o de peligro”, comenta Moisés Uribe, vocero de la Secretaría de Seguridad Pública de Baja California -instancia encargada de la operatividad del centro-, quien reconoce que por tratarse de un detenido que no ha sido juzgado, se encuentra en un área especial.

Se trata de un espacio más cómodo y amplio, donde los sospechosos de cometer un delito se encuentran vigilados. El único benefició legal con el que cuentan, además de dormir sin restricción, es el recibir la visita de sus abogados.

En el caso del ingeniero Hank así ocurrió. Durante el transcurso de la mañana y parte de la tarde del miércoles se reunió con sus abogados, con quienes platicó de las opciones legales para tratar de echar abajo la acusación por acopio de armas que presentó la Procuraduría General de la República (PGR) en su contra.

Esto generó que el Ministerio Público de la Federación lo consignara a un Juez Federal en Tijuana y ordenara a las autoridades de Baja California su resguardo, optando por internarlo en el penal de mediana seguridad de El Hongo, cuya infraestructura de vigilancia, avalada por la Federación, así como la ubicación alejada de la mancha urbana, lo convierten en el penal más seguro de la entidad.

Para llegar a este centro se tiene que viajar por carretera alrededor de 80 kilómetros. A la altura del Poblado de Hongo, el visitante se desvía 3 kilómetros antes de encontrar las altas murallas de concreto del centro, lo que imposibilita un ataque o fuga sin ser detectado a distancia.

Sus careos con la justicia

Han sido cuatro en total las veces que Hank Rhon ha estado involucrado en supuestos actos delictivos.

La primera ocasión fue en 1988, tras el asesinato en Tijuana del coeditor del semanario Zeta, Héctor “Gato” Félix Miranda.
Citado por el Ministerio Público para declarar sobre el crimen del periodista, Hank Rhon aseguró que no conocía a Antonio Vera, asesino material del “Gato” y que en ese entonces se desempañaba como su Jefe de Escoltas.

Sin ahondar más sobre el asunto y convencidos de las declaraciones de Jorge Hank, las autoridades decidieron no investigarlo por el crimen, aun cuando, como en su momento lo señaló el exgobernador del Estado, Ruffo Appel, todos los indicios apuntaban a que el autor material del periodista vivía en “el Hipódromo Agua Caliente”.

Tres años después, en 1991, el ingeniero Hank tuvo un segundo altercado con la justicia, sólo que ahora estadounidense. En esa ocasión fue retenido en la garita de San Isidro, California, cuando intentaba cruzar de manera ilegal a Estados Unidos una tigresa de bengala color blanco.

En 1995 su afición por las pieles y los animales lo llevó a enfrentar una segunda acusación penal en México. Ese año fue detenido en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, cuando proveniente de Japón se le encontró en su equipaje un abrigo de bisonte y esculturas de marfil.

Sin pisar la cárcel, el inculpado de contrabandear especies en peligro de extinción obtuvo su libertad a las pocas horas de la detención, luego que sus abogados demostraron al Juez que los productos encontrados en las maletas del excéntrico empresario eran imitaciones.

A casi 16 años de este último altercado, el exalcalde de Tijuana vuelve a enfrentar un nuevo proceso penal, ahora por ser acusado de tener en su exclusiva mansión de Tijuana, construida al interior de lo que era el Hipódromo Agua Caliente de Tijuana, un lote de armas de uso exclusivo del Ejército sin los permisos correspondientes.

A diferencia de los otros incidentes, en esta ocasión Hank Rhon sí pisó una cárcel, en la que fue confinado a un área que, a pesar de no ser una celda como la que habitan los reos sentenciados, sigue las mismas medidas de seguridad que operan en el centro: filtros de rayos equis, pase de lista, la obligatoriedad de comer los alimentos que ahí se sirven, así como portar el traje deportivo gris.
“Quería llorar”

A las 16:00 horas del miércoles y fuertemente escoltado, el ingeniero Hank y las diez personas detenidas con él llegaron a las instalaciones del Poder Judicial de Tijuana de la Zona Río.
Diez de los detenidos viajaban en una camioneta panel de la PGR, mientras que el propietario del Grupo Caliente en Baja California llegó en una Suburban gris de la misma corporación.

Los vehículos se detuvieron en el estacionamiento de los juzgados de distrito y los primeros en bajar fueron los presuntos cómplices de Hank: Cuatro de ellos descendieron con las manos y los pies libres, mientras que los otros estaban unidos por esposas metálicas en sus extremidades.

El último en entrar al edificio del Poder Judicial fue el ingeniero Jorge Hank Rhon y lo hizo con la cabeza agachada y caminando lentamente porque las esposas, colocadas en manos y pies, le impedían caminar.

“Quería llorar”, fueron las palabras que pronunció una simpatizante del PRI que ahí se encontraba.

Las expresiones de extrañamiento entre los periodistas y militantes fueron lo común por contemplar la imagen de Hank Rhon vestido con ropa deportiva, pues están acostumbrados a sus poses y formas de vestir extravagantes.

Basarán defensa en videos
Momentos antes de la llegada de Hank Rhon a las instalaciones del Poder Judicial de Tijuana llegó su equipo de defensa, integrado por los abogados Luis Algorri Franco, Fernando Benítez y el exdiputado Juan Macklis, quienes más tarde informaron que habían solicitado al Juez Noveno una ampliación de 144 horas para analizar y presentar pruebas a favor de su cliente, entre éstas un video de seguridad del Hipódromo, que para ellos es la prueba de que el Ejército sembró las armas en la residencia del exalcalde.

Con la solicitud de la defensa, el Juez Federal tendrá que decidir la situación legal de Hank Rhon y las otras diez personas detenidas en su residencia.

Esta mañana el Juez otorgó ampliar el término constitucional a Hank Rhon para ofrecer más pruebas a favor, por lo que el político y empresario acostumbrado a vestir con chalecos de pene de burro y tomarse un tequila con porciones de víbora después de sus alimentos, tendrá que seguir vistiendo, por al menos seis días más, el traje deportivo gris que portan todos los sentenciados y sospechosos de cometer delitos en el Estado.

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Etiquetas:
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