Migrantes y activistas de derechos humanos, que participan en la caravana “Paso a Paso hacia la Paz”, continúan por segundo día sus actividades Coatzacoalcos, en Veracruz.
Hoy la movilización arribó a la parte baja del Puente de la Avenida Uno, en las cercanías de las vías del tren, lugar donde los migrantes centroamericanos llegan a esta ciudad y abordan el tren llamado “La Bestia”, con la finalidad de continuar su camino por México.
En este sitio, Elvira Arellano, activista por reforma migratoria en Estados Unidos, quien fue invitada a participar en esta caravana, llamó a las autoridades de países centroamericanos a ofrecer a sus ciudadanos una vida digna y evitar así que emigren.
“Todos los días nuestros hermanos centroamericanos aguantan hambre por la necesidad de tener una vida mejor, y es injusto que nuestros gobiernos centroamericanos hayan fallado en ofrecer esas oportunidades”, dijo.
Recordó que se unió a esta movilización en Palenque, Chiapas, desde donde ha observado las vicisitudes que enfrentan los migrantes durante su travesía.
Por otra parte, el contingente de aproximadamente 300 migrantes centroamericanos y activistas de derechos humanos, acompañado por el padre Alejandro Solalinde, hizo un llamado a las autoridades para que se brinden las garantías necesarias durante su trayecto por México.
La marcha de hoy inició desde el puente Coatzacoalcos, donde los participantes en la caravana portaron banderas de El Salvador y al llegar a la parte baja del Puente de la Avenida Uno, guardaron un minuto de silencio por los 72 migrantes encontrados en las fosas clandestinas en San Fernando, Tamaulipas.
Ahí, los activistas proinmigrantes, junto con familiares de desaparecidos durante su trayecto para llegar a Estados Unidos, narraron sus historias de búsqueda de sus hijos, sobrinos, padres y madres, de los que no han tenido noticias.
Pidieron a las autoridades competentes a dar con el paradero de los desaparecidos y evitar que los migrantes centroamericanos sufran abusos.
Notimex.