El poeta Javier Sicilia reconoció la “operatividad y prontitud” con la que se realizó la investigación del secuestro y asesinato de su hijo Juan Francisco y otras seis personas, ocurrido el 27 de marzo pasado, la cual permitió que este domingo fueran consignados ante un juez penal 25 presuntos implicados, entre ellos el director de la policía de Cuernavaca, acusados de crimen organizado, homicidio, privación de la libertad, delitos contra la salud, así como posesión de armas prohibidas, drogas y autos robados.
Acompañado por otros padres de las víctimas, así como por el doctor Julio Antonio Hernández Barros, quien fue designado por las familias como coadyuvante del Ministerio Público en la indagatoria realizada, se hizo un reconocimiento “muy especial” a la procuradora General de la República, Marisela Morales Ibáñez, y al fiscal encargado del caso, Ignacio Peralta, “quienes se han conducido con gran profesionalismo y estricto apego a la ley”, aunque se subrayó que la efectiva reacción de la autoridad ante el crimen cometido contra Juan Francisco Sicilia y sus acompañantes se trató de un “caso de excepción“.
Por ello, señaló el dirigente del Movimiento Ciudadano por la Paz con Justicia y Dignidad, “exigimos que así como se resolvió el caso de mi hijo y sus amigos, se resuelvan los ocho casos específicos que presentamos en el documento que se leyó el 8 de mayo en el Zócalo de la Ciudad de México y los más de 20 casos que se presentaron ante el Poder Ejecutivo federal en el diálogo realizado en el Castillo de Chapultepec a finales de junio.”
“Este es un llamado –añadió el poeta– no sólo para las autoridades federales, sino también para las de todos los estados: no podemos seguir teniendo casos de excepción en la solución de los problemas de justicia, tienen que ser todos resueltos por igual. Debemos tener conciencia de que, si no presionamos como sociedad, nuestras autoridades van a mantenerse en estas omisiones proverbiales.”
La mecánica del crimen
A bordo de tres autos, narró ayer el doctor Julio Antonio Hernández, como parte del informe rendido sobre su coadyuvancia, el 27 de marzo pasado, Jaime Gabriel Alejo, Álvaro Jaime Avelar, María del Socorro Estrada, Juan Francisco Sicilia, Jesús Chávez, así como Luis y Julio César Antonio Romero, se dirigieron al bar “Obsesión”, de Juitepec, Morelos, “al parecer a reclamar el robo de una cámara y un celular”, que días antes sufriera en dicho establecimiento el sobrino de uno de ellos.
“Del interior del bar salió un sujeto apodado “El Rojo”, con un arma, y junto con personal del bar someten a los siete, los golpean y los obligan a ingresar al lugar, el cual es conocido por vender droga.”
Al presentarse esta situación, el gerente del “Obsesión”, Alejandro Manuel Nava Martínez “llama a Julio de Jesús Radilla, alias “El Negro”, líder del Cártel del Pacífico Sur en Morelos, así como a su lugarteniente Víctor Manuel Valdez, “El Gordo Varilla“, quienes inicialmente le sugieren liberar a los jóvenes y le aclaran que no es problema de ellos.”
Ante esta situación, aseguró el doctor Hernández, el gerente “les pide paro para el levante (secuestro y asesinato de las víctimas), a fin de que el bar no vaya a tener problemas con las autoridades, para lo cual les ofrece la cantidad de 300 mil pesos, más dos automóviles”. Los narcotraficantes aceptaron.
Así fue como Juan Francisco Sicilia y sus seis amigos fueron conducidos, en distintos vehículos, a una casa de seguridad ubicada en el mismo municipio, “lugar donde les ponen vendas y cintas en la cabeza, provocándoles asfixia y, como consecuencia, la muerte por sofocación por obstrucción de orificios respiratorios.”
Uno de los jóvenes, aquel que inicialmente reclamara el robo cometido contra su sobrino, además fue torturado.
“Quiero hacer un llamado especial al Poder Judicial –concluyó Sicilia–, el cual ha sido muy omiso en la impartición de justicia, ya que ahora el juicio queda en sus manos: que cumplan con su trabajo, y que nos demuestren que son verdaderamente eficientes, que sus sueldos altísimos se devengan bien, y que se haga una pronta justicia con apego a la ley en el proceso que se va a seguir contra estos delincuentes, y que así sea para cualquier delincuente que esté en la ilegalidad, arropado en las estructuras del poder y del gobierno.”
Cabe destacar que permanecen prófugas 15 personas presuntamente relacionadas con este crimen.
