Bien sean jóvenes madres, maduras profesionistas con amplia formación académica o, incluso, aguerridas hijas del barrio de Tepito, poco a poco las mujeres han conquistado un espacio en las abigarradas pizarras de las autoridades, en las que solían acumularse los rostros masculinos de aquellos delincuentes cuya captura resulta prioritaria para el gobierno mexicano. Conócelas, ellas son… las mexicanas más buscadas por la policía.
Alma negra
Alma Rosa Pacheco Jasso tiene 28 años y está prófuga desde hace tres.
El 30 de abril de 2008, Alma Rosa se presentó en un hospital regional de San Luis Potosí, con su pequeña hija Silvia Judith, de un año, en brazos. La bebé presentaba problemas para respirar. Luego que la pequeña fuera internada, de la madre no se volvió a saber más.
Silvia Judith murió poco después y, al practicarle la autopsia, se descubrió que tenía fractura de fémur, de costillas, traumatismo craneoencefálico y huellas de antiguas lesiones.
Por el homicidio de la bebé, actualmente purga condena su padrastro José Guadalupe Martínez García, quien se había refugiado en el municipio de Tlajomulco, Jalisco. De Alma Rosa, sin embargo, no se cuenta con alguna pista.
La bella Rosario
Rosario Pérez Pérez tiene 30 años. En 2005, la última vez que fue vista, solía llevar el cabello largo, “es baja de estatura, tez morena, complexión delgada y de gluteos muy pronunciados”, destaca la ficha de búsqueda elaborada por la Procuraduría General de la República.
Mejor conocida como “La Chayo”, “La Pelos” o “La Chachita”, esta joven mujer es esposa de Juan Carlos García Montante, el último de los diez hermanos que integraban la banda de secuestradores conocida como “Los Montante”, de Tepito, que plagió a más de 30 comerciantes de la Central de Abastos y el Mercado de La Viga, y cuyo sello característico era encerrar a sus víctimas en jaulas, dentro de las cuales eran golpeados en sesiones cuya filmación enviaban a los familiares, para obtener un rápido pago de rescate.
Otra integrante de esta banda, quien también se encuentra prófuga, es Dolores Torres Moreno, “La Lola”, cuyo tono de voz “bajo y tranquilo” es el único rasgo personal que la PGR destaca.
Entre la vida y la muerte
El 3 de agosto de 2010, la ginecóloga Jenny Denisse Gijón Heredia, del Hospital General de Tulancingo, Hidalgo, asistió el nacimiento de Dafne Marisol, una pequeña de seis meses de gestación quien, minutos después, fue declarada muerta por la misma doctora.
Sin embargo, un movimiento dentro del féretro en el que el cuerpo fue entregado permitió que una tía de la menor se percatara de que Dafne Marisol seguía viva, lo que generó una movilización médica que, no obstante, fue insuficiente para salvar a la bebé, quien murió dos días después por falta de la atención requerida inmediatamente después de su nacimiento.
Tras este hecho, las autoridades estatales descubrieron que la doctora Jenny Denisse Gijón no era parte de la nómina del hospital, sino que ocupaba la plaza de otro galeno, a través de un “contrato interno de suplencia”, del todo ilegal, que fue autorizado por el entonces director del nosocomio, Adolfo Martínez Licona, en complicidad con el subdirector Ernesto González, la jefa de Ginecología, Elsa Mejía, y el médico sustituido, Darío de Jesús Dávila.
Todos ellos fueron procesados penalmente, pero, desde entonces, la doctora Jenny Denisse (contra quien se alzaron cargos por homicidio y usurpación de funciones) se mantiene prófuga.
Cuestión de números
Hace seis años, 4 mil 536 inversores de la Caja de Ahorro Popular La Mexiquense perdieron cerca de 400 millones de pesos, luego que los directivos de dicha cooperativa desaparecieran con todo el dinero.
Por este fraude, el poder Judicial emitió 450 órdenes de aprehensión contra Salvador Soto, y otras 221 contra sus presuntos cómplices, Ricardo Espinoza y Catalina Hernández Alcántara, de los cuales sólo el primero ha sido capturado (y en 2009 sentenciado a 2 mil 664 años de cárcel).
Las investigaciones realizadas por los mismos defraudados han ubicado a Catalina en Estados Unidos, primero, y luego en San Juanico, Estado de México, sin que hasta el momento se haya logrado su captura, mientras que de los 4 mil 536 defraudados, sólo 305 pudieron recuperar una parte de su dinero, luego que el gobierno mexiquense creara un fideicomiso que repartió 14 millones de pesos sólo entre aquellos ahorradores que habían presentado una denuncia formal.
Perfectas prófugas
En marzo de 2004, al conmemorar el Día Internacional de la Mujer, el gobierno de Nuevo León reconoció a la contadora pública Patricia Murguía Ibarra como “Mujer Destacada” del año, por su labor en favor de la infancia desarrollada al frente de la casa-hogar Caifac (Centro de Adaptación e Integración Familiar AC); luego, en 2005 se le premió por su participación en la Cruzada Estatal Todos tenemos derecho a una vida sin violencia y, en noviembre de 2008, el DIF estatal le extendió un certificado de “capacitación para el proceso de profesionalización en casa-hogar”…
Un mes después, Patricia Murguía se dio a la fuga, al detectarse la desaparición de tres niños en el albergue que dirigía con la aprobación del gobierno estatal y que formaba parte de la red de centros de atención infantil administrados en distintos puntos del país por la secta Iglesia Cristiana Restaurada, conocida también como “Los Perfectos” y fundada por Sergio Canavati.
El resto de los niños rescatados del albergue narraron entonces los abusos físicos de que eran objeto, tales como trabajos forzosos y golpes. Desde entonces, las autoridades buscan a Adriana, de 14 años, su hermano Julio César, de 11, y su prima Diana, también de 11 años, para devolverlos a sus familias, a la par que se intenta localizar a Patricia, para que enfrente proceso penal por secuestro y por quien se ofrece una recompensa de 120 mil pesos.
Cabe destacar que meses después, ya en 2009, al frente del DIF estatal fue nombrada Elenitza Canavati, sobrina del fundador de “Los Perfectos”, cargo en el que permaneció hasta 2010…
Con este caso se vincula la búsqueda de Blanca Estela Rincón Yáñez, Kenia Rocío Priego Alarcón, Braulia Valverde Vilchis y Vanessa Barroso Mosqueda, alias “La Parkay”, por cada una de las cuales la Procuraduría General de la República ofrece una recompensa de 10 millones de pesos.
Contra estas cuatro mujeres, prófugas desde 2009, se fincaron cargos federales por delincuencia organizada y tráfico de menores, al denunciarse la desaparición de 14 niños bajo su custodia, internados en la casa-hogar Casitas del Sur, de la Ciudad de México, la cual operaba con la aprobación de la Procuraduría General de Justicia del DF.
Originalmente, eran 26 los menores desaparecidos de esta casa-hogar, pero 12 de ellos fueron localizados en meses posteriores en otros albergues, algunos partenecientes a “Los Perfectos”, y otros más en albergues independientes, en los cuales los menores fueron abandonados por las parejas que irregularmente los habían sustraído de Casitas del Sur.
Desde 2009, estos niños son buscados no sólo en México, sino en África, Asia y Latinoamérica, pues la Iglesia Cristiana Restaurada cuenta con redes en Ruanda, Tailanda, El Salvador, Guatemala y Colombia.
