Hoy Excélsior destaca en sus ocho columnas que el crimen organizado se ha ensañado con los pequeños y medianos empresarios: aquellos negocios que no pagan extorsiones son incendiados o baleados.
El ataque contra el Casino Royale de Monterrey —en el que murieron 52 personas, el pasado jueves— no es el más reciente.
Tan sólo ayer, dos negocios fueron calcinados en el estado de Chihuahua.
El Consejo Coordinador Empresarial de Ciudad Juárez calcula que, en esa ciudad, 90% de los negocios son extorsionados.
En los meses más recientes, además, se han documentado ataques similares en Durango, Chihuahua, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Morelos, Guerrero y Coahuila.
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