La semilla del ambientalismo germina en internet. En más de 120 países, niños de preescolar y jóvenes universitarios preocupados por la conservación se han organizado en un programa con tres objetivos: ayudar a las comunidades, a los animales y proteger el medio ambiente. Es la iniciativa Roots and Shoots (Raíces y Retoños), creada por la ambientalista Jane Goodall; una mujer que se ha dedicado a estudiar el comportamiento de los chimpancés en África y a la promoción de un planeta sostenible.
Entre 1960 y 1986, esta londinense se internó en la selva de Tanzania para observar a los chimpancés y su comportamiento. Ahí pudo observar que estos animales se organizan, tienen sentimientos y reacciones parecidas a los de los humanos; pero la gran devastación del hábitat la hizo salir de la selva y viajar para hacer conciencia de los problemas que ha generado el desarrollo sin sostenibilidad. Actualmente viaja 300 días al año.
“En esos viajes conocí a muchos jóvenes que han perdido la esperanza en el mundo. Hartos y deprimidos por ver un mundo que vive en extrema pobreza y otro que vive un estilo de vida insostenible. Eso me llevó a crear Roots and Shoots”. Con voz pausada, el cabello plateado amarrado en una coleta y un changuito de peluche entre las manos que la acompaña a todos lados, la ambientalista de 77 años relata su experiencia con los jovenes mexicanos en el segundo viaje que ha hecho al País y que tuvo lugar este fin de semana.
¿Qué hace exactamente Roots and Shoots y cómo se organiza? Facebook, Twitter y Skype son las principales herramientas para que niños y jóvenes se comuniquen y elijan tres proyectos. Uno para ayudar a los animales, otro para ayudar a las personas, y uno más para mejorar el medio ambiente. Una vez elegidos, el grupo se registra en la página de Roots and Shoots para recibir asesoría e intercambiar experiencias con otros grupos alrededor del mundo. En Facebook hay más de un centenar de grupos vinculados a Roots and Shoots. Según la organización, México tiene 13 grupos registrados.
“La meta de Roots and Shoots es crear una masa crítica de jóvenes que sean los próximos maestros, doctores, abogados y políticos que entiendan que aunque necesitamos dinero para vivir, no podemos vivir para el dinero. Eso es lo que estamos haciendo mal”.
Pero el que su grupo haya dado brotes con éxito en más de 120 países no es todo el trabajo. La ambientalista, cuya voz y carácter transmiten tranquilidad, tiene como siguiente objetivo el que los resultados sean medibles.
“Ya se pueden ver y notar. En Estados Unidos hay jardines donde crecen plantas que cultivaban los indígenas y los mayores les explican a los más pequeños para qué son útiles. A partir de ello se han creado mercados de granjeros que reactivaron el comercio sustentable en estas zonas y preservaron el conocimiento”.
Al considerar al hombre como el centro de la vida en el planeta, dice la doctora en Etología, el daño más grande que se ha generado es el egoísmo y la falta de entendimiento. “Hemos perdido mucha sabiduría. Por eso he impulsado este programa. Para crear una familia con valores distintos”.
¿Tienen esperanza en México programas como Roots and Shoots cuando hay comunidades que están más preocupadas por su seguridad que por el medio ambiente? Goodall lo afirma contundente. “Roots and Shoots se ha introducido en áreas con violencia y funciona porque se les da a los niños un sentimiento de empoderamiento. Ellos eligen los proyectos y ven que hacen una diferencia, aunque sea pequeña”.
Lecciones de chimpancés para políticos
Hace cientos de años, 2 millones de chimpancés habitaban en África. Hoy sólo quedan unos 300 mil. Esa cifra es apenas una pequeña muestra de la devastación que sufren las especies y el medio ambiente alrededor del planeta.
En poco menos de un mes, los líderes mundiales se reunirán en Sudáfrica en la Conferencia sobre el Cambio Climático (COP 17). Consciente de que la educación por el planeta debe ser también tarea de los políticos, la ambientalista –que participará en la cumbre—urgirá a los líderes a tomar acciones.
“El mensaje es que escuchen y entiendan que este es el tema más importante de toda la agenda. En 30 o 40 años, el costo va a ser muy grande por todos los efectos que ya vemos. Las grandes sequías, las grandes inundaciones…”.
La naturaleza, añade, no se replicará una y otra vez. “Es resiliente y perdona asombrosamente, pero no siempre lo hará”.
Los magros resultados de otras cumbres climáticas no desalientan a esta líder ambientalista. En todo el tiempo que pasó en Tanzania, Goodall aprendió que los chimpancés son animales muy políticos, pues forman alianzas, retan a los de mayor rango, el más inteligente es el que sobrevive y no necesariamente el que usa la fuerza bruta. Con ese conocimiento, la etóloga cree que hay algo que los políticos pueden aprender de ellos.
“Las peleas se rompen muy rápido. No importa quien tiene o no la razón o quién tiene el rango más alto. Después de la pelea, el que fue la víctima tiene una urgencia por ser reafirmado y no para de hacer ruidos hasta que el agresor se acerca, le da la mano o le da palmaditas en la espalda. No es necesariamente política, pero podemos aprenderlo”.
El viaje de Jane
Junto con Roots and Shoots y el Instituto Jane Goodall, la etóloga presentará próximamente el documental Jane’s Journey; del cual ya está disponible un adelanto y se espera que el Consejo Británico en México pueda traero al país. Mientras tanto, este es un avance.
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