Milenio publica hoy que desde que se inició el mes pasado el movimiento Occupy Wall Street (Tomemos Wall Street), los grandes bancos y sus empleados parecen haberlo ignorado, con algunos calificando las manifestaciones en privado como una simple molestia mal organizada.
Pero a medida que las protestas se han expandido de unos pocos cientos de personas en un pequeño parque en el Bajo Manhattan a miles en al menos dos docenas de ciudades, ganando el apoyo de sindicatos laborales, celebridades y políticos, se ha hecho más difícil de ignorar.
Un banquero de Wall Street calificó a los manifestantes como “un montón de gente quejumbrosa, perezosa e incompetente que no tiene nada que hacer con su tiempo”. También dijo que le preocupaba que la retórica pudiese escalar en violencia.
Lea la nota en Milenio.