La Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas (ACNUDH), Navi Pillay, deploró la muerte de varios manifestantes a manos del ejército en Egipto y urgió a una investigación “rápida, imparcial e independiente”.
Pillay instó a las autoridades egipcias a “que pongan fin al uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes de Plaza Tahrir y en otros lugares del país”.
“Las imágenes de Tahrir son chocantes, así como algunos informes sobre manifestantes desarmados que están recibiendo balazos en la cabeza”, condenó.
La Alta Comisionada exigió que los responsables de estos actos brutales “rindan cuentas”, pues en los últimos cinco días al menos han muerto 30 manifestantes.
Señaló que “las acciones de las fuerzas militares y de seguridad, en lugar de mejorar la seguridad y ayudar a la difícil transición de Egipto a la democracia, una vez más sólo ha servido para empeorar la situación, dando lugar a un gran número de personas tomando las calles para exigir su los derechos”.
Subrayó que mientras más personas sean asesinadas y más heridos sean llevados por las ambulancias “la gente saldrá a las calles más decidida y con más fuerza”.
“Las autoridades egipcias tienen la obligación de brindar protección a todos y garantizar un entorno pacífico y seguro en el período previo a las cruciales elecciones de la próxima semana”, dijo Pillay.
“El pueblo de Egipto se merece el ejercicio de su derecho al voto en las primeras elecciones del país desde la salida del ex presidente Mubarak en un ambiente libre de violencia”, concluyó la Alta Comisionada de la ONU para derechos humanos.
NTX
