Un funcionario mexicano, que investiga el supuesto plan para ayudar a miembros de la familia Gadafi a entrar a México, llegó a Canadá la semana pasada para interrogar a testigos, según reveló The National Post, la misma publicación que reveló la trama del fallido intento.
Entre aquellos que se reunieron con el funcionario (no identificado por el diario), estuvo Gary Peters, un contratista de seguridad radicado en Ontario que supervisó el plan para que Saadi Gadafi volara a una casa de seguridad cerca de Puerto Vallarta a finales del año pasado.
Agentes de la Real Policía Montada de Canadá acompañaron al mexicano durante su visita, la cual terminó el viernes e indica que las autoridades mexicanas aún están investigando activamente la supuesta trama a más de dos meses después de arrestar a una canadiense.
Cynthia Vanier, originaria de Mount Forrest, Ontario, y tres personas más fueron arrestadas en la Ciudad de México en noviembre por el supuesto plan de ingresar a Saadi Gadafi, a su esposa y dos de sus hijos en Punta Mita, México, con pasaportes falsos.
A Cynthia Vanier no se le han presentado cargos pero se mantiene en un arraigo que se mantendrá vigente hasta el 31 de enero. Vanier está siendo investigada por la PGR.
México se ha mantenido silente sobre el caso desde el 7 de diciembre, cuando el titular de Gobernación, Alejandro Poiré afirmó en conferencia de prensa que su servicio de inteligencia, el CISEN, había terminado con el intento de traer a Saadi Gadafi al país. En aquel momento Gadafi estaba Trípoli, rodeado por rebeldes libios.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha prohibido que Saadi Gadafi viaje y ha congelado todas sus cuentas debido a su papel en las fuerzas especiales libias.
La familia de Vanier ha negado que ella esté involucrada, aunque viajó a Libia con el consultor Peters, en junio anterior en una misión de reconocimiento. Peters, presidente de Security and Investigations International y un miembro por largo tiempo del equipo de seguridad de Gadafi, ha reconocido que hubo un plan para llevar en un vuelo a Gadafi. Además, agregó en entrevista con The National Post, que el plan fue armado sin el conocimiento del hijo del dictador libio. Peters afirmó que el escape se le iba a presentar “como una propuesta de seguridad y una recomendación”, sólo después de que los arreglos fueran hechos.
Peters, ex soldado australiano, se acercó a varios contratistas de seguridad canadienses el año pasado, ofreciendo mil dólares al día a quien entrara a la misión, pero dijo que fue desechado en junio porque los documentos necesarios para el viaje no podrían ser obtenidos legalmente ante las autoridades mexicanas. También afirmó que Gadafi fue subsecuentemente informado del plan. Tras esto, la propiedad fue comprada en México, como una inversión así como con la idea de ser utilizada en algún momento.
El australiano afirmó que Vanier no estaba implicada en la compra de la propiedad o en la apertura de cuentas de banco. Mientras Trípoli caía ante los rebeldes, Saadi volaba hacia Níger en septiembre. Su padre Muamar y su hermano Mutassim fueron capturados y asesinados en octubre.
Su hermano Saif al-Islam fue capturado en el sur de Libia en noviembre y enfrenta un proceso por crímenes contra la humanidad.
Peters también fue cuestionado sobre el plan para trasladar a Gadafi a Canadá, pero afirmó que la Policía Montada de Canadá le advirtió que el hijo del ex dictador sería arrestado tan pronto llegara al país del extremo norte de América. Gadafi posee un penthouse de 1.6 millones de dólares canadienses en Toronto, el cual fue ‘congelado’ el mes pasado por el gobierno federal.
