Mitt Romney ganó cuatro estados, Rick Santorum tres y Newt Gingrich uno, en el llamado “Supermartes” electoral republicano para definir a su candidato presidencial, de acuerdo con la cadena CNN.
Hasta la medianoche de este martes, Romney conservaba una ventaja amplia en Virginia, Vermont, Idaho y Massachusetts, por lo que las televisoras y demás medios electrónicos daban por hecho sus victorias.
Santorum por su parte tenía ventajas inalcanzables en Tennessee, Oklahoma y Dakota del Norte, mientras Gingrich se alzó con un triunfo en Georgia.
La atención seguía centrada en Ohio, considerado crucial por el número de delegados que esa entidad aporta al conteo nacional final.
Con 91 por ciento de los votos escrutados, Romney aventajaba con apenas un punto porcentual a Santorum: 38 por ciento contra 37, según la más reciente actualización de la cadena VOA News.
Se espera que durante las próximas horas se emitan resultados finales, al igual que los de Alaska, donde los colegios electorales cierran más tarde debido a la diferencia de horarios.
Este martes el Partido Republicano llevó a cabo elecciones internas en 10 estados, en una de las más importantes jornadas del proceso interno y cuyos resultados podrían definir el curso de la contienda o agregar más incertidumbre.
David Brooks, reportero de The New York Times y corresponsal de La Jornada, concluyó que los triunfos logrados por todos los precandidatos republicanos en el mayor concurso de elecciones primarias hasta la fecha, implicó hoy una derrota para el Partido Republicano. El diario neoyorquino afirmó que Romney aparentemente ganó por un margen muy pequeño.
La Jornada publicó hoy el reporte de Brooks en el que se afirma que la principal preocupación entre los republicanos es cómo evitar obsequiar el triunfo a los demócratas al prolongarse este proceso interno percibido negativamente por el electorado y que cada día debilita sus posibilidades en las elecciones generales. Hasta la ex primera dama, Barbara Bush, comentó esta semana que es la peor campaña que he visto en mi vida
. Las elecciones primarias realizadas hoy en 11 estados, el llamado supermartes, puso en juego el mayor número de delegados hasta la fecha. Para la cúpula republicana, la esperanza al inicio del día era que hoy marcaría el principio del fin de un proceso que sólo ha demostrado que ninguno de los precandidatos ha logrado consolidar las bases del partido y mucho menos inspirar al electorado.
El ganador del supermartes, que fue más una competencia por el número de delegados que por estados ganados –se trata de voto proporcional– fue Mitt Romney, el preferido por la cúpula. Pero lo que más deseaban él y la dirigencia republicana es que esta jornada marcara el fin de uno y, preferiblemente, los otros tres contendientes. De hecho, más líderes y figuras influyentes del partido se sumaron a la causa de Romney justo antes del supermartes para intentar llevar la pugna interna a su conclusión, entre ellos el líder de la mayoría republicana de la Cámara, Eric Cantor; el influyente senador, Tom Coburn, y el ex procurador general de Geroge W. Bush, John Ashcroft. Esto es parte de un esfuerzo de la cúpula del partido para superar lo que se percibe como un proceso que, cada día, debilita las perspectivas del partido para ganar la elección general contra el presidente Barack Obama.
Notimex y La Jornada.
