Al presidir la misa crismal, que marca el inicio de los actos centrales de la Semana Santa, el cardenal Norberto Rivera dijo que México “ha entrado al misterioso reino de las tinieblas, perversidad y muerte donde la maldad ha llegado para no acercarse más y el mal no tiene la última palabra, sino el amor, el perdón y la reconciliación.
En el acto celebrado en la Catedral Metropolitana el arzobispo primado de México recordó “el poder de nuestro redentor, que con su pasión cruenta, su ignominiosa muerte en la cruz y su gloriosa resurrección ha vencido todo odio y violencia”.
Señaló que la inseguridad también tiene origen en el “desmoronamiento de los valores cristianos y morales, así como en el socavamiento de toda ética en aras de una perniciosa libertad y relativismo que no es más que libertinaje y egoísmo”.
El prelado expresó que la violencia que se vive en el país no es producto de la nada, sino de una sociedad que ha perdido su alma y justifica al mal como bien y ha puesto como Dios al dinero y como fin la consecución del placer sin límites.
Lamentó que para conseguir esos falsos paraísos sea preciso matar, corromper y pervertir “sin ningún escrúpulo, sin respetar las leyes humanas, tan minadas por la impunidad y la corrupción, ni a la ley divina, de la cual, sobra decir, no escaparán”.
Será así, aseguró Rivera Carrera, “aun cuando los criminales piensen en su mente pervertida que es posible conciliar la fe con su actividad monstruosamente inmoral y antievangélica, pues actúan como verdaderos anticristos que se oponen a Cristo y a su Evangelio, matando, secuestrando, extorsionando, robando y destruyendo la salud de millones de jóvenes”.
Rivera Carrera encabezó esta mañana en la catedral de la Ciudad de México la misa crismal.
Con información de Notimex.