Una petición de la Procuraduría de Texas a un juez estatal detalla siete propiedades en Brownsville, cuatro en San Antonio y una en Harlingen que estarían vinculadas con lavado de dinero obtenido por Villarreal como funcionario en Coahuila, presuntamente de créditos solicitados por el Estado.
Los documentos presentados en marzo denuncian que Villarreal invirtió en Texas dinero “obtenido ilegalmente”.
Las propiedades son dos casas, dos complejos de departamentos, dos autolavados, dos centros comerciales, una bodega, una farmacia, una gasolinera y un “spa”, con valor de alrededor de 20 millones de dólares.
Las cuentas vinculadas a Villarreal, en el banco JP Morgan Chase, suman 6 millones 503 mil 541 dólares.
El gobierno de Estados Unidos también se involucró en el caso, a través de la Agencia Antidrogas (DEA), que en febrero pidió que las cuentas fueran congeladas.
La DEA se desligó del caso y lo turnó al Servicio de Recaudación Interna del Departamento del Tesoro.
Las propiedades están a nombre de Lorenzo Schuessler, concuño de Villarreal, así como de los padres del exfuncionario.
Las cuentas pertenecen a empresas que están a nombre de Schuessler y de Teresita Botello, esposa de Villarreal, de acuerdo con los documentos.
Villarreal fue denunciado a nivel federal y estatal por lavado de dinero y crimen organizado y, de acuerdo con la procuraduría texana, ya se le considera prófugo.
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