La Jornada publica hoy la estrategia de compra del voto del Partido Revolucionario Institucional (PRI) durante las pasadas elecciones se basó no sólo en la entrega de tarjetas Soriana, sino también en la distribución de miles
de tarjetas telefónicas, con 200 pesos de tiempo aire, a jóvenes de Iztapalapa, Distrito Federal, y Ciudad Nezahualcóyotl, estado de México, a cambio de que emitieran su voto en favor de los candidatos del tricolor.
Denunciaron lo anterior las diputadas electas Dione Anguiano (local) y Karen Quiroga (federal), quienes mostraron pruebas de tal reparto, el cual se hizo días antes de los comicios del pasado primero de julio. Las tarjetas formarán parte de la querella que interpondrá la dirigencia nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en contra de ese partido.
En entrevista, Dione Anguiano precisó que antes y durante esas votaciones se percataron de que gente ligada al partido tricolor estaba entregando dos tipos de tarjetas: la de Soriana (de lo que ha venido dando cuenta este diario) y otra para jóvenes, con 200 pesos de tiempo aire para teléfonía, que fue el voto más barato que compró el PRI
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