Excélsior publica hoy que la inseguridad que padece Sinaloa ha provocado que dos mil 600 personas hayan abandonado sus comunidades tras la quema de caseríos, matanzas múltiples y torturas del crimen organizado para obligarlos a la cosecha de enervantes o para la fabricación de drogas sintéticas revelan documentos de la Procuraduría General de la República (PGR) en esa entidad.
Ante la situación, elementos del Ejército mexicano de la IX Zona Militar han tratado de custodiar las comunidades amenazadas; aun así 665 familias han decidido dejarlo todo, no importa que sus propiedades hayan sido heredadas de sus ancestros y conformen su único patrimonio; el terror que han sembrado los narcotraficantes han provocado el éxodo.
En total, 43 comunidades de cinco municipios sinaloenses se encuentran abandonadas; las familias han decidido no volver ante la pasividad del gobierno estatal que conoce su problema, y que los ha dejado a su suerte.
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