Mexicanos desplazados por violencia se unen a Caravana por la Paz
Laredo, Texas.- Los recuerdos de las amenazas y el acoso a su familia invadieron la mente de Martha Valles García cuando, desde sus ojos grises, observó nuevamente el país que tuvo que abandonar a escondidas en marzo de 2011.
Las piernas de la hermana de Marisol Valles -ex directora de seguridad pública del municipio de Práxedis, Chihuahua- se paralizaron y, por un momento, se sintió incapaz de continuar hasta la orilla del Río Bravo, lugar al cual llegó la tarde del miércoles la Caravana por la Paz para realizar una manifestación simultánea en ambos lados de la frontera.
“Primero me dio miedo estar aquí tan cerca (de México) por todo lo que pasó -acepta con timidez la joven cuya hermana y su familia entera fueron amenazadas de muerte por la delincuencia organizada-, pero después me animé y me acerqué hasta ahí donde estaban todos”.
Martha, de 18 años, se integró en la víspera al periplo por la paz y justicia en Estados Unidos, junto a Daniel Vega, otro joven originario de Ciudad Juárez refugiado en Texas, que también huyó con toda su familia por la situación de inseguridad prevaleciente en el estado de Chihuahua.
Tras realizar un trayecto de más de 11 horas de viaje desde El Paso hasta Laredo, los dos jóvenes desplazados marcharon al lado de Javier Sicilia hasta la “Puerta a las Américas”, donde los esperaban, del otro lado del río, un grupo de organizaciones de derechos humanos que piden garantías para las personas que cruzan a buscar el sueño americano.
“Yo venía enseguida de Sicilia, pero no sabía quién era hasta que lo escuché hablar, me hubiera gustado platicar un poco con él”, confiesa, un poco apenado, Daniel.
En esta primera experiencia con el contingente que va recorriendo la Unión Americana, los nuevos integrantes de la Caravana pudieron escuchar cómo desde el sur del río un grupo gritaba “vivos se los llevaron”, para recibir en respuesta, desde el lado americano, un contundente: “vivos los queremos”.
El joven juarense exiliado por la violencia cuenta que al adherirse al movimiento encabezado por el poeta de Cuernavaca se siente menos solitario en la lucha por una causa común: recuperar la paz en México y acabar con la violencia.
“No somos los únicos, estamos unidos en la caravana por la misma causa, tal vez sean diferentes las situaciones de cada uno, como muertes, secuestros, o desplazamientos, pero todo viene bajo la misma circunstancia y todos exigimos lo mismo”.
Vivir en el exilio no ha sido fácil para Daniel, pues al estar en trámite su solicitud de asilo político debido al asesinato y desaparición de familiares cercanos en el valle de Juárez, no puede conseguir empleo, ni estudiar la carrera de Psicología, como tenía pensado hacer antes de salir abruptamente de México, en agosto del año pasado.
“Es muy doloroso, porque es el país que amo, pero desgraciadamente no hay justicia, no hay quién nos cuide, no hay nadie que ayude, se siente muy gacho y, como le he dicho a muchos, no estamos aquí por gusto, estamos aquí por necesidad”.
Daniel reconoce que le gustaría mucho volver a México y quizá por eso, se aferra a llevar en su cuello un pequeño collar con un dije de plata obsequiado por la que fuera su novia en la preparatoria 6 de Juárez, y que lleva un corazón y la frase: “Tú y yo”.
Los casos de la familia Valles García y de la familia Vega son parte de las 154 solicitudes individuales de asilo político promovidas ante las autoridades judiciales estadounidenses por la oficina del abogado Carlos Spector.
El veredicto en estos procedimiento puede tardar hasta tres años y mientras eso sucede, Martha y Daniel continuarán en un limbo legal que no les permite ingresar a la escuela o buscar un trabajo en Estados Unidos con los papeles correspondientes.
Por ahora, los dos jóvenes juarenses se declaran listos para acompañar a la Caravana por la Paz en los casi seis mil kilómetros de camino que restan para llegar a Washington, D.C.
“Si se componen las cosas sí regresaría a México -dice Martha-, lo veo muy lejano pero la esperanza es lo último que se pierde, así que debemos intentarlo”.
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