Tijuana, BC.- Aún cuando la experiencia colombiana puede ayudar a México a superar los problemas de violencia que se tienen, “no es tan sencillo” que el país suramericano puede entregar una solución integral, pues se trata de realidades diferentes, aseguró Gerard Martin, Consultor Internacional en materia de Seguridad y Ex Director del Programa Colombia por la Universidad de Georgetown.
Entrevistado por Animal Político en el marco del “Segundo Foro Internacional de Prevención del Delito e Innovación Social”, donde es uno de los conferencistas magistrales del encuentro, Martin explicó que si bien México y Colombia tienen una relación fuerte en el tema del crimen organizado, además de problemas de gobernabilidad por corrupción, se trata de realidades diferentes donde los colombianos han tenido que enfrentarse a grupos guerrilleros.
“La experiencia de Colombia no se puede entregar en una hoja”, dijo cuando se le preguntó sobre las recientes declaraciones que hiciera el presidente electo de México, Enrique Peña, quien en conferencia de prensa conjunta con el Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, aseguró que el trabajo desarrollado por Colombia en el tema de violencia, será un referente que alimente la política y acciones que emprenda su gobierno para lograr la paz y seguridad en el país.
“Son muchas cosas que se han dado en aquel país (Colombia) como son los procesos de paz, la desmovilización de grupos guerrilleros y ahora de paramilitares. Entiendo que volteen a verlos porque hay coincidencias, pero México tendrá que reconstruir una política nacional de seguridad e impulsar políticas municipales de convivencia”, agregó el Especialista y autor del libro: “Mafia, Ciudad y Estado”, el cual aborda los problemas que ha vivido la ciudad de Medellín, Colombia, en las últimas décadas.
No se puede negociar con el narco
Martin es de los que piensa que los gobiernos no pueden pactar con los grupos del narcotráfico. Dijo que a diferencia de Colombia, cuyo gobierno anunció una serie de diálogos por la paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), México no debe negociar con los cárteles de la droga.
“Pienso que no puede haber una negociación coordinada con el narcotráfico, porque no se trata de una estructura como la guerrilla. En el narco son muchos clanes, muchas familias, entonces ahí lo único que vale es hacer un trabajo a través de la justicia”.
Recordó que en Colombia, en la época de mayor violencia generada por los cárteles de la droga, no funcionó la negoción que se hizo con estos grupos. Pablo Escobar, por ejemplo, negoció su entrega y encarcelamiento a cambio de no ser extraditado a Estados Unidos, pero finalmente logró controlar la cárcel donde se encontraba recluido.
“No es posible negociar con ellos porque están relacionados con muchos crímenes, homicidios y con otras actividades. No se pueda hablar de una negociación de paz con este tipo de organizaciones criminales”.
Legalizar drogas no es una solución
Originario de Holanda, país que desde hace poco más de 3 décadas ha regulado el consumo de sustancias como la marihuana, Martin considera que debatir sobre la legalización de las drogas es primordial en la medida que siempre ha sido un tema polémico y poco serio.
Comentó que muchas personas que hablan de la legalización de las drogas siempre ponen como ejemplo su país, aún cuando Holanda nunca las legalizó. “Lo que se ha dado es una regulación desde hace 30 años de las drogas suaves, en particular de la marihuana. Pero nunca ha existido y no existirá una legalización de las drogas duras, porque estas provocan una adicción que te pueden generar la muerte”.
Martin recordó que a pesar de la regulación, Holanda presenta problemas de crimen organizado porque existen mercados ilegales de la marihuana entre los menores de edad.
“Es importante el debate de la legalización, pero nos debemos preguntar por qué existe tanta violencia alrededor de los grupos que controlan el tráfico de drogas en México y Colombia. Porque no es un problema que tenga que ver con las sustancias como tal, tiene que ver con el hecho de que no se trata de un crimen organizado simple, son estructuras mafiosas que han logrado penetrar la justicia, han logrado penetrar a las corporaciones policiacas y entrar a la política. De ahí viene su fuerza y su pacto mortal, porque al policía o al político que no quiere colaborar lo matan”, expuso Martin.
