El presidente Enrique Peña Nieto nombró a Rafael Tovar y de Teresa titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y a María Cristina García Cepeda, nueva titular del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
Tovar y de Teresa tiene una larga trayectoria política relacionada con el campo de la cultura. Ha sido desde embajador de México en el extranjero, presidente del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), hasta coordinador nacional para los festejos del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución.
Rafael Tovar es egresado de la Universidad Autónoma de México (UAM) y con maestría en Historia de América Latina en la Universidad de la Sorbona ocupó varios cargos en las administraciones priistas de 1976 a 2000.
Ese año, se convirtió en embajador de México en Italia.
Además, de 1974 a 1976 fue jefe de relaciones culturales de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; de 1976 a 1978 fue asesor del Instituto Nacional de Bellas Artes; de 1979 a 1982 fue director general de Asuntos Culturales de la Secretaría de Relaciones Exteriores, y de 1983 a 1987 fue ministro de cultura de la Embajada de México en Francia.
Un año, de 1991 a 1992 fue director general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), y presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA).
También es autor de los libros Paraíso es tu memoria, El último brindis de Don Porfirio, Modernización y política cultural y coautor de El patrimonio cultural de México.
¿Qué piensa Tovar y de Teresa de la gestión cultural en México?
Por su parte, María Cristina García, mejor conocida como “Maraki”, era coordinadora de Cultura del equipo de transición de Peña Nieto, y antes de eso, estuvo al frente de la secretaría técnica del Conaculta (1994-2000), la secretaría ejecutiva del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) (1991-1994), la dirección general del Festival Internacional Cervantino (1988-1990) y la coordinación ejecutiva del Auditorio Nacional.
Una de las polémicas en las que estuvo involurada “Maraki” García fue en 2006, cuando la empresa Ars Tempo interpuso una queja ante la Secretaría de la Función Pública (SFP) para pedir mayor transparencia en el manejo del Auditorio Nacional.
