Alrededor de 40 paristas de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) intentaron cerrar por la mañana las oficinas de la institución ubicadas en la colonia Doctores.
Los trabajadores inconformes dañaron la puerta del inmueble, ubicado en la calle de Doctor Garciadiego, al intentar entrar, señaló un comunicado de la UACM.
Al interior del edificio se encontraban las y los titulares de las distintas coordinaciones administrativas, así como integrantes de las mismas, pues estaba programada una reunión informativa esta mañana.
Los paristas accedieron a retirarse luego de que una comisión de cinco personas ingresaran a las oficinas.
Al respeto, la vocera de la rectoría, Claudia Macedo, señaló que el edificio aún no está en condiciones óptimas para ser ocupado, pues fue arrendado para hacer oficinas alternas al edificio de Eugenia que se mantiene tomado hasta la fecha los integrantes del movimiento.
No obstante, Marco Antonio Pizarro Murguía, coordinador de Planeación (Vocal del Comité de la UACM), confirmó que fue él quien negoció hoy con los estudiantes y reconoció que no fue un intento de toma, ya que, a su juicio no eran más de 20 los que solicitaron que se les permitiera hacer una manifestación en el patio del inmueble.
Además, Pizarro Murgia les dio un recorrido el cual tuvo una duración de 15 minutos y después los estudiantes desalojaron el inmueble pacíficamente.
Tras el periodo vacacional de invierno, comprendido del 24 de diciembre de 2012 al 8 de enero de 2013, los cinco planteles de la UACM (@UACM) reiniciaron sus actividades ayer miércoles.
La Universidad reportó afectaciones por casi 300 millones de pesos a consecuencia de la toma de sus cinco planteles y áreas administrativas que durante más de tres meses paralizó las actividades académicas de la institución.
El conflicto empezó desde abril de 2011, cuando integrantes del Consejo Universitario acusaron que la rectora Esther Orozco no había transparentado el uso de 250 millones de pesos.
Desde ese mes, 3 mil académicos y estudiantes solicitaron la revocación de mandato de la rectora Esther Orozco. Además, acusaron que la rectora demostraba “un profundo desprecio” por la universidad al aclarar ante los medios de comunicación que el proyecto educativo de la institución era un fraude.
