Un hombre disfrazado de obispo católico logró colarse en una reunión en el Vaticano donde cardenales de todo el mundo comenzaban las discusiones preliminares acerca de los candidatos para el próximo Papa.
Sin embargo, fue descubierto rápidamente mientras intentaba camuflarse entre más de un centenar de cardenales, y fue escoltado hacia afuera.
Los guardias aparentemente empezaron a sospechar porque el impostor tenía una bufanda púrpura alrededor de la cintura en lugar de la faja roja usada por altos clérigos católicos y su sotana era más corta de lo normal.
El hombre, cuyo verdadero nombre es Ralph Napierski, les había dicho a los periodistas que su nombre era “Basilio”, y que era un miembro de la “Iglesia Ortodoxa italiana”, que no existe.
Antes de ser descubierto, el “obispo” les dijo a los periodistas que los obispos católicos habían “cometido un error al destituir a los sacerdotes” acusados de pedofilia en diferentes parroquias.
