La insipidez de ser yo
Dicen que la imperfección nos asusta. Hay un deseo de que nuestras vidas sean atractivas o interesantes. La realidad es sumamente compleja: nadamos en aguas fangosas o caminamos sobre la cuerda floja. Un hombre puede ser inocente en determinado momento y perverso en otro. Y precisamente la artista plástica y visual Alicia Medina (Ciudad de México, 1988) muestra en sus dibujos a hombres y mujeres vulnerables en medio de la prisa cotidiana, sin camuflajes.
Mira lo que generalmente no se mira. O como dice el escritor Robert Walser “no hace falta ver nada extraordinario. Ya es mucho lo que se ve”. La cruda realidad. Vemos a una mujer enojada cenando sola, alguien despreció su platillo. Una chica llora desconsolada en la banqueta, las zapatillas ya no encajan. Un matrimonio de viejos aguarda en el semáforo, resignados con regresar a casa. Una mujer ebria está una vez más en el baño, su suerte no es tan buena.
Desde la secundaria, Alicia tuvo la necesidad de dibujar y llenar de grafito sus cuadernos. Posteriormente ingresó al Centro de Educación Artística (CEDART)-Frida Kahlo y siguió el camino de las artes plásticas. Tenía la ilusión de ser pintora pero cuando ingresó a La Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda” comenzó a preguntarse sobre el significado de su obra incipiente: ¿cómo expresar la tristeza? ¿Qué significa este trazo? ¿Qué comunica este cuadro? Había una urgencia de ir en su búsqueda: ¿valdrán mis pensamientos?
Sin embargo, el dibujo limitaba su practica artística y encontró en el performance una ruta directa y lúdica para expresar con humor e ironía sus inquietudes: la felicidad, ¿alguien puede decir que es feliz? Permitir a un loco dirigir el corazón del mundo. Llevar su cuerpo al extremo y encontrar la salvación en uno mismo. La caída del padre o el machismo de todos los días en casa. Adiós a los falsos predicadores o mejor dicho “Pare de sufrir”.
Actualmente forma parte del Programa Educativo Completo de SOMA, espacio formativo de artistas que permite reflexionar y discutir acerca de los distintos acontecimientos en el arte a nivel nacional e internacional. En 2009-2010 tuvo un intercambio escolar en Hochschule für Bildende Künste Braunschweig,
Alemania, además ha expuesto en espacios como el Ex Teresa Arte Actual, Galería Central del CENART, en el Festival de Video en Amsterdam, entre otros.
La Nave de los Locos from Alicia Medina on Vimeo.
-Tus imágenes reflejan temas cotidianos con resultados inquietantes, ¿qué tipo de dibujo haces?
Hago dibujo de la vieja escuela, muy anatómica. Primero me enfoqué en dibujar el cuerpo humano, sus proporciones. Intento mostrar la realidad, siempre hice dibujos realistas, retratos o paisajes. Hice dibujo durante cuatro años en La Esmeralda, fue una producción con una mirada personal. Tengo una preocupación por la relación del hombre en sociedad, su comportamiento y sus miedos reales. Sobre todo mostrar al hombre sin su personaje. Mostrar al hombre tal como es en situaciones límite. Captar el momento en que está tambaleándose y que ese personaje ya no lo puede ayudar. Muchos dibujos reflejan a un hombre solitario o una mujer sufriendo.
-¿Qué artista ha influenciado en tu estilo de dibujar?
Creo que estar en La Esmeralda tus influencias son tus maestros y compañeros. Yo estaba con José Luis Sánchez Rull, entonces de repente mis dibujos tienden como a esa línea técnica –tinta sobre papel, generalmente en blanco y negro- y de hecho todos los que estábamos en su taller teníamos esa característica. Pero artistas que me gusten, no tanto por su técnica, Hieronymus Bosch “El Bosco”.
-¿En qué momento te diste cuenta que el dibujo ya no funcionaba en tu práctica artística?Me pongo hacer video arte, video acción, video performance y acción en vivo, pero justo retomo el dibujo más como un momento personal, como una bitácora, como algo donde quiero captar cosas cotidianas, escenas. Llegó el momento en que me ponía limitantes en el dibujo, quería hacer un dibujo más expresivo, algo que mostrara la expresión del cuerpo y no lo lograba, aún no lo logro. Después retomé el dibujo pero a partir de la caricatura, eso me llamó mucho la atención porque se asemeja a lo que hago en el performance: utilizar el humor para decir las cosas más directas sin necesidad de ofender, ser más irónica.
-¿Cómo es el proceso de crear un performance?
Primero enfrentar al cuerpo ante una acción que no está acostumbrado, un shock corporal. Los primeros performance se trataban de llevar al cuerpo humano al límite, como transgredirlo y ver qué se sucedía. Poco a poco empiezo a reflexionar sobre todas esas experiencias y se siente la necesidad de decir algo más que un efecto corporal. Entonces es cuando aparecen las temáticas en mis performance. Hice un video que se llama “El Predicador”, que está basado en la iglesia de origen brasileño “Pare de sufrir”. Fui a una sede nada más para vivir la experiencia y quería criticar a estos falsos predicadores. “El Predicador” surge primero como una acción en video. Es un guión que está hecho de oraciones, buscaba reconstruirlo hasta llevarlo a frases irónicas. Es un cuadro cerrado, una imagen de un retrato frente a la cámara, me caractericé como hombre para hacer un juego como de alguien que no parpadea y dibuje mis ojos sobre mis ojos. El año pasado quise retomar esa acción y pensar que debía ser una pieza en vivo, algo que realmente confronte a los espectadores. Pienso que la obra de arte necesita al espectador para estar completa.
-¿Cómo evalúas si un performance estuvo bien o arrojó los resultados que esperabas?
Cuando estás haciendo una acción en vivo se siente algo muy metafísico, se siente una conexión con el espectador. Todo mundo te está mirando y les estás diciendo algo. Yo los observo, y me doy cuenta si la interacción funciona. Siempre busco dejarles algo, igual conmoverlos, disgustarlos, lo que sea. Me interesa no pasar desapercibida.
-¿Has tenido algún altercado en pleno performance?
En SOMA presenté un performance que era una burla a la pieza “El artista está presente” de la montenegrina Marina Abramovic, donde ella está sentada en una mesa con una persona y se miran, se presentó en el MoMA de Nueva York. El performance que hice se llamaba igual, y estaba sentada pero como una botarga, tenía una cabeza de caricatura de Alicia. Había platos con chantilly en la mesa, no se dio ninguna instrucción. Si el espectador quería hacer algo, adelante. Lo que quería mostrar era una acción y la acción también es una obra de arte, es lo que me interesa en mi producción. No hice guión, realmente no hice nada, solamente estaba ahí sentada. Hubo personas que me pegaron, lanzaron los platos y me aventaban, ahí fue el momento en que el espectador sí reaccionó. Tengo influencias de Bruce Nauman, sobre todo sus primeras acciones eran muy corporales, de transgredir el cuerpo. Me gusta Paul McCarthy, más por la ironía de su trabajo, la fuerza y la agresividad.
-Desde tu experiencia artística, ¿crees que el performance es desdeñado o genera reticencias?
El performance, sobre todo en México, en un principio se le relacionó mucho con la danza. Entonces siempre eran bailarines haciendo movimientos de danza contemporánea. Luego hay como los clichés de usar el desnudo o los que usan sangre. Esas cosas demeritan al performance. A mí me interesa –no soy ni bailarina, ni actriz- llamar la atención pero por mis temáticas y situaciones que preparo. Me gusta esta parte irónica, utilizo mucho las botargas. Desde el año pasado encontré por medio de la caricatura trasladar situaciones a la realidad. Intento de alguna forma no salirme de un lenguaje, usar un leguaje común con el espectador para alcanzar una interacción real.
-¿Cómo se inserta una artista joven en el mundo del arte? ¿Cómo le haces para que colegas, críticos, dueños de galerías conozcan tu obra?
Me atrae más hacer acción en vivo en la calle, en un lugar abierto, ahí es donde está el público que me interesa. La acción de “El Predicador”, la primera vez que lo presenté fue en SOMA, sigue siendo al nivel de “ah mira es una acción”. Igualmente a mí me gustaría que me vieran más allá, pero me emociona llevar mis performance a una alameda o afuera de una iglesia para ver qué es lo que puedo ocasionar ahí.
#YoSoyAnimal
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