El rector de la Universidad Autónoma de México, José Narro Robles, declaró que le corresponde a la Procuraduría General de la República investigar la toma del edificio de Rectoría de esa casa de estudios, debido a que se está cometiendo un delito federal. En conferencia de prensa, al ser cuestionado sobre una posible acción policial para desalojar las instalaciones tomadas por personas encapuchadas el pasado viernes 19 de abril, dijo que no habrá diálogo de su parte mientras esté tomada la rectoría.
En respuesta, los jóvenes que desde el viernes tomaron la rectoría, redujeron de ocho a tres sus demandas a las autoridades universitarias, dos horas después que el rector fijó su postura en torno al conflicto. Los tres hombres y tres mujeres encapuchados leyeron a la prensa sus demandas, las cuales se centran en que no se tomen represalias en su contra, en la reinstalación inmediata de los estudiantes expulsados del CCH Naucalpan, y en la instalación de un diálogo que incluya a las autoridades, a la comunidad universitaria y a los estudiantes expulsados, sin precisar en qué consiste dicho diálogo.
Además, en el mensaje de menos de tres minutos, los jóvenes expusieron que sean las autoridades las que fijen la fecha y lugar de este diálogo, además de exigir el cese de lo que calificaron como una campaña mediática en su contra. Expusieron que, por el momento, dejan de lado otras cinco peticiones de su movimiento.
Tras leer su mensaje, alrededor de 35 estudiantes les lanzaron calificativos en su contra y les exigieron liberar el edificio, a lo que los encapuchados respondieron con consignas y un goya.
Por otra parte, en el exterior de la rectoría estudiantes de distintas facultades y escuelas, entre ellas Derecho y Enfermería, comenzaron también a organizarse para abrir foros de discusión y divulgar las distintas posiciones que existen en torno al conflicto y así llegar a una solución.
El mismo viernes por la noche, la UNAM presentó ante la PGR las denuncias correspondientes contra quienes resulten responsables de los daños ocasionados al edificio de Rectoría durante su toma por parte de personas encapuchadas.
A quienes mantienen tomadas las instalaciones de la UNAM, el rector les dijo que deberán responder por su conducta ante la comunidad universitaria, las autoridades judiciales y la historia; además, los responsabilizó de la integridad de los documentos y archivos de la institución.
“Voy a defender a nuestra universidad con toda entereza” aseguró el rector y llamó a la comunidad universitaria a expresarse de manera pacífica contra la toma violenta de sus instalaciones.
Narro Robles exhortó a los jóvenes encapuchados a desalojar de inmediato la Rectoría y adelantó que la UNAM no se prestará a ningún tipo de dialogo mientras no sean liberadas las instalaciones tomadas el viernes por la tarde.
El rector advirtió que no habrá impunidad en la máxima casa de estudios y recordó que el origen de estos actos violentos son algunos estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), que en febrero pasado agredieron a maestros y trabajadores de la universidad.
Finalmente, negó que exista algún plan para privatizar la UNAM, como sostienen algunas de las personas que tomaron el edificio de Rectoría, y descartó que haya presencia de algún organismo internacional en la universidad.
Estudiantes defienden la universidad
El periódico Reforma dio cuenta de que estudiantes de diversas facultades de la UNAM exigieron a los encapuchados que tomaron las instalaciones liberar la Rectoría.
Mientras que los jóvenes que mantienen tomada la Rectoría, leían sus pronunciamientos.
