El Gobierno federal prevé aprovechar el Desfile Militar de este 16 de septiembre para presentar ante la ciudadanía a la nueva Gendarmería, cuerpo proyectado para reemplazar al Ejército y la Policía Federal en algunas funciones de vigilancia y reacción.
Ayer, Carlos Humberto Toledo Moreno, titular de la Inspectoría General de la oficina del Comisionado Nacional de Seguridad, adelantó que el avance registrado en la conformación del cuerpo los hace suponer que podrán mostrarlo ante la población durante el tradicional desfile de las Fuerzas Armadas por tratarse de una fecha “altamente significativa”.
A más de 5 meses de inciada la actual administración, el Inspector General detalló, durante una ponencia en el Quinto Foro Nacional sobre Seguridad y Justicia, las funciones que tendrá la Gendarmería, la cual en una primera etapa estará conformada por 8 mil 500 militares y mil 500 marinos.
El cuerpo policial tendrá unidades fijas que vigilarán instalaciones estratégicas del país que en la actualidad son resguardadas por militares o marinos, como las pertenecientes a Pemex, o que carecen de custodia federal, como en el caso de la mayoría de los aeropuertos.
Otras unidades móviles estarán concentradas en un inicio en un centro, posiblemente localizado en la Ciudad de México, para ser desplegadas a entidades que padezcan crisis por delincuencia o desastres naturales.
“La Gendarmería esta siendo capacitada para esas tareas y liberará a las Fuerzas Armadas de una carga”, explicó Toledo Moreno.
En la mesa del foro en la que el Inspector General expuso sobre la Gendarmería, el ex director de la Policía Nacional de Colombia y actual asesor externo de la Presidencia de la República, Óscar Naranjo Trujillo, advirtió que es dañino militarizar a las policías, las cuales necesitan conducción política y liderazgo civil.
Toledo Moreno, funcionario bajo el mando del Comisionado Nacional de Seguridad, Manuel Mondragón, enfatizó que los 10 mil militares y marinos con los que se iniciarán operaciones están siendo capacitados para adaptar su mentalidad castrense a la de policías de proximidad con la ciudadanía, además de que tienen un perfil psicológico calificado como apto por el Ejército y la Armada para esa tarea.
“Aunque los primeros sean elementos militares, no significa que los siguientes van a ser militares o que van a tener mando militar”, abundó el Inspector General, tras descartar que se repita la experiencia registrada en 1999, cuando la entonces PFP fue conformada por elementos de la Tercera Brigada de la Policía Militar a los que sólo se les cambió de uniforme.
Actualmente en proceso de readecuación de operaciones, la Policía Federal se concentrará en resguardar carreteras y tener presencia en ciudades, por lo que no habrá una duplicidad de funciones.
“La Policia Federal en este momento va a tener que ser transformada, se quiera o no, en lo que debió haber sido desde su origen: una unidad de protección civil a nivel nacional, no una unidad de gente o individuos que encontraban una fácil forma de corromperse”, advirtió el Inspector General.
El cuerpo, el cual aumentará anualmente sus filas hasta llegar a un estado de fuerza de unos 40 mil gendarmes, está sustentado jurídicamente, según Toledo Moreno, quien declinó detallar si su existencia partirá de reformas a regulaciones o será por decreto.
“Desde luego se va a hacer un sustento legal muy fuerte; no nada más estamos trabajando nosotros en ello, hemos invitado a la UNAM, al Instituto de Investigaciones Jurídicas, estamos recabando opiniones de juristas”, dijo.
A pesar de que existen avances en el adiestramiento de los militares que serán los futuros gendarmes, el Gobierno federal todavía analiza en dónde estarán sus cuarteles e instalaciones.
