El tren descarrilado ayer en Santiago de Compostela, España, en el que murieron al menos 80 personas, superó por más del doble la velocidad permitida para el viaje del tren justo antes de que se presentara el accidente.
[contextly_sidebar id=”258fe590bcb739e185091c544617f391″]El conductor había dicho previamente por la radio, antes del siniestro, que iba muy rápido, a 190 kilómetros por hora; después habló de 200. Finalmente, al entrar en la curva, volvió a decir: “¡Voy a 190!”, cuando de acuerdo con las especificaciones técnicas, las curvas deben tomarse a máximo 80 kilómetros por hora, según explicaron a El País fuentes de la investigación.
El conductor no precisó por qué el tren circulaba al doble de esa velocidad, por lo que aún no se sabe si se trató de un fallo técnico o de un fallo humano.
En la recta previa a la curva, llamada A Grandeira, pueden alcanzarse los 250 kilómetros. El descenso de velocidad en ese punto es muy pronunciado: se pasa de 200 kilómetros por hora a 80 en un corto lapso de tiempo. Ahora sólo queda esperar los resultados del tacógrafo, la caja negra de los trenes, que ya está en poder de un juez.
Aquí el video del momento del accidente:
Uno de los dos maquinistas del tren Alvia que quedó atrapado tras el accidente en la cabina del convoy se comunicó a través de la radio con la estación e hizo un relato de lo que acababa de suceder. Expresó que le dolía la espalda y las costillas y que no podía salir. “¡Somos humanos! ¡Somos humanos!”, repetía. “Espero que no haya muertos porque caerán sobre mi conciencia”.
El País publicó un video de un recorrido por el tramo del accidente a velocidad normal
El descarrilamiento hizo que ocho vagones chocaran uno contra otro causando hasta el momento la muerte de 80 personas, de las cuales 67 ya fueron identificadas y otros 141 heridos. Esto, en la víspera de una importante conmemoración religiosa, donde se celebra a Santiago Apóstol, patrono de la ciudad. Se anticipa que la lista completa de fallecidos se hará pública a las diez de la noche hora local.
Al inicio de las investigaciones, las autoridades declinaron conjeturar sobre las posibles causas de lo ocurrido, dijeron que al parecer se trató de un accidente y descartaron sospechas de algún acto de terrorismo.
El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, compareció en Santiago de Compostela después de visitar el lugar del accidente del Alvia Madrid-Ferrol para expresar sus condolencias a las víctimas y dar las gracias a los múltiples sectores que han participado en las labores de rescate.
Según publica El Mundo, también anunció que el Gobierno decreta tres días de luto oficial en toda España e informó que se han abierto dos investigaciones para conocer las causas del accidente, una judicial y la otra de la comisión de accidentes ferroviarios.
Con información de El País, El Mundo, AP y Notimex
