Cinco Premios Nobel condenan espionaje masivo
Más de 500 escritores destacados, incluyendo a cinco Premios Nobel de Literatura, condenaron el espionaje masivo de los gobiernos y corporaciones, pues señalaron que daña las libertades civiles y minan la democracia, por lo que pidieron a la ONU que apruebe una Convención Internacional de los Derechos Digitales.
Los cinco Nobeles firmantes del manifiesto son Orhan Pamuk, J.M. Coetzee, Elfriede Jelinek, Günter Grass y Tomas Tranströmer, a quienes se sumaron firmas como las de Umberto Eco, Margaret Atwood, Don DeLillo, Daniel Kehlmann, Nawal El Saadawi, Arundhati Roy, Henning Mankell, Richard Ford, Javier Marias, Björk, David Grossman, Arnon Grünberg, Angeles Mastretta, Juan Goytisolo, Nuruddin Farah, João Ribeiro, Victor Erofeyev, Liao Yiwu y David Malouf.
Entre los 562 firmantes del manifiesto que lleva por nombre “Escritores Contra el Espionaje Masivo”también están las mexicanas Ángeles Mastretta, Sabina Berman, Rosa Beltrán, Ana Clavel, Alma Guillermoprieto, Valeria Luiselli y Carmen Boullosa, y puede ser firmado por cualquier ciudadano a través de la plataforma Change.org. Si te interesa puedes firmar aquí.
“Una persona bajo vigilancia no goza de libertad; una sociedad bajo vigilancia permanente no es una democracia. Nuestros derechos democráticos deben seguir vigentes tanto en el espacio virtual como en el real”, aseguran los escritores en el manifiesto, publicado hoy y replicado en diversos medios como The Guardian, El País o Le Monde.
Aquí puedes ver el manifiesto original en inglés.
A continuación reproducimos la petición íntegra:
Writers Against Mass Surveillance
A lo largo de los últimos meses, hemos descubierto el verdadero alcance del la vigilancia masiva a la cual todos los ciudadanos estamos expuestos. Con tan sólo unos clics en un ordenador, los Estados pueden espiar nuestros móviles y correos electrónicos, acceder a nuestras redes sociales y revisar las búsquedas que realizamos en Internet. Tienen acceso a nuestras convicciones y actividades políticas y pueden, en colaboración con las grandes empresas de Internet, recoger y almacenar nuestros datos y predecir nuestro consumo y nuestro comportamiento.
El pilar de la democracia es el respeto a la integridad del individuo. Pero la integridad humana va más allá del cuerpo físico. En sus pensamientos y en sus entornos personales y de comunicación, todos los seres humanos tenemos el derecho a una intimidad libre y sin molestias.
Este derecho esencial ha quedado reducido a la nada por el abuso del desarrollo tecnológico por parte de Estados y de empresas para la vigilancia masiva a los ciudadanos.
Una persona bajo vigilancia no goza de libertad; una sociedad bajo vigilancia permanente no es una democracia. Nuestros derechos democráticos deben seguir vigentes tanto en el espacio virtual como en el real:
– La vigilancia viola la esfera privada de los ciudadanos y compromete su libertad de pensar y de opinar.
– La vigilancia masiva trata a cada ciudadano como sospechoso, comprometiendo un logro histórico: la presunción de inocencia.
– La vigilancia hace transparente al individuo, mientras que el Estado y las corporaciones operan en secreto. Como estamos viendo, el poder excede sistemáticamente sus límites.
– La vigilancia es robo. Los datos conseguidos no son propiedad pública: nos pertenecen a nosotros. Si son utilizados para predecir nuestro comportamiento, entonces nos roban otra cosa: el libre albedrío, indispensable para la libertad en democracia.
EXIGIMOS tener el derecho de co-decidir cuáles serán los datos personales que pueden ser recolectados, almacenados y compilados, y por quién. Exigimos estar informados acerca de dónde permanecerán almacenados nuestros datos y de qué manera serán utilizados. Y exigimos que esos datos sean borrados cuando sean recogidos y almacenados de forma ilegal.
HACEMOS UN LLAMAMIENTO A TODOS LOS ESTADOS Y EMPRESAS a respetar y reconocer estos derechos.
HACEMOS UN LLAMAMIENTO A TODOS LOS CIUDADANOS a defender estos derechos.
PEDIMOS A LA ONU que reconozca la importancia central de la protección de los derechos civiles en la era digital y que cree una Convención internacional de los Derechos Digitales.
PEDIMOS A LOS GOBIERNOS que acepten y respeten tal convención.
Change.org es la mayor plataforma de peticiones del mundo, con más de 2 millones de nuevos miembros cada mes.
Ayer, 9 de diciembre, se dio a conocer que el mundo de los videojuegos tampoco está exento del espionaje internacional, pues agencias de inteligencia de Estados Unidos y el Reino Unido han logrado desarrollar redes de espionaje en videojuegos y comunidades de jugadores online.
Las agencias de inteligencia NSA (Agencia de Seguridad Nacional) y GCHQ (Cuarteles de Comunicación del Gobierno) han logrado infiltrarse en juegos como World of Warcraft (WoW), Second Life y la red Xbox Live para recabar información sobre su posible uso por parte de organizaciones terroristas como forma de comunicación.
#YoSoyAnimal
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