“Lo importante es hacer ruido y salvar a Pemex”
La protesta en los alrededores del Senado de la República contra la reforma energética ha sumado a peatones, estudiantes, oficinistas o amas de casa que aunque no puedan ser parte del cerco instalado en el recinto se toman unos minutos para protestar golpeando las vallas metálicas.
A las 18:00 horas de este lunes 9 de diciembre, Guadalupe y José Luis caminaban por Paseo de la Reforma hacia el metro Hidalgo para poder ir a casa cuando los sorprendió “un sonido como el de una gotera enorme cayendo sobre un recipiente de acero”.
Al acercarse al Senado, notaron que el sonido provenía un grupo de entre 20 y 30 personas que utilizan cualquier objeto para golpear las vallas y provocar ruido en protesta contra la reforma energética.
Guadalupe y José Luis —ambos empleados de una empresa de telefonía— no estaban preparados para sumarse al cerco, así que decidieron quitarse los zapatos y usarlos por alrededor de 40 minutos para unirse al ritmo del golpeteo.
“Para muchos que estamos en contra de la privatización de Pemex o de que encarcelen la calle de esta manera es una buena forma de venir a protestar por un rato, lo importante es hacer ruido y que nos escuchen para salvar a Pemex”, dijo José Luis de 48 años.
El golpeteo a las vallas no está organizado por ningún sector del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en particular. El domingo 8 de diciembre, algunos miembros de esa organización decidieron hacer ruido en protesta de que “el pueblo necesita ser escuchado”, sin embargo, al notar el sonido que provocaba el choque de piedras con la estructura metálica, continuaron con esa protesta.
“No fue planeado y ahora la gente pasa y se une al ruido para manifestarse y exigir que nos escuchen y que se nos tome en cuenta en este momento tan importante para México”, dijo un representante de Morena Tlaxcala que rechazó dar su nombre.
Ana Laura, de 43 años, todavía carga la bolsa con algunos víveres: plátanos, mandarinas y medio kilo de pollo que compró para su familia, pero se detuvo a golpear la valla con dos piedras que encontró en la acera de Paseo de la Reforma casi esquina con Insurgentes.
Esta ama de casa se sumo a Clarita, una mujer de 65 años que empezó golpeando con la planta de los pies y después usó monedas de diez pesos y su bastón.
El ruido empezó antes de las 10:00 de la mañana de este lunes 9 de diciembre y continuó hasta pasadas las 19:00 horas, mientras en el Senado de la República los legisladores del Partido de la Revolución Democrática (PRD) tomaron la tribuna, se aprobó el dictamen de la reforma energética en lo general en comisiones e inició una discusión en lo particular.
En ese tiempo, no hubo ni un minuto en que el golpeteo cesara y en cambio además de manifestantes instalados en el cerco al Senado se unieron algunos peatones, ancianos, estudiantes o trabajadores de oficinas aledañas que pararon frente a las vallas durante la hora de la comida o al volver a casa.
Otros más llegaron listos para el golpeteo. Juan Carlos Enríquez de 20 años, estudiante de Ciencia Política llegó al cerco en el Senado con más de 20 utensilios de cocina que tomó de su casa.
Él usó una pala de pastel durante más de 40 minutos, pero repartió cucharas y cucharones, algunos tenedores y hasta pequeños martillos y desatornilladores.
“Esto se oye, no sólo por lo que provoca con la valla sino por el eco que hace. Los senadores así notan que no están solos en esta discusión, que hay un pueblo que se está manifestando, que está en contra del atropello y que no se va a dejar”.
Una chica decidió no golpear la valla pero trajo consigo un paquete de algodón que usó para repartir a modo de tapón de oídos entre los manifestantes en el cerco.
El sonido interrumpió los discursos del Foro de Análisis de la Reforma Energética que organizó Morena y cualquier mensaje y mitin que se realizó en el cerco del Senado.
Según algunos manifestantes instalados en el cerco “el escándalo continuará” mientras al interior del recinto legislativo avance la discusión de la reforma energética.
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