Conacyt, “sin autoridad” para impulsar la ciencia

Entre las deficiencias del Consejo está la falta de facultades para definir el presupuesto que podría destinarse a ciencia, tecnología e innovación. //Foto: Cuartoscuro.
Las debilidades institucionales del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt propician que, pese haber sido creado para ello, no disponga de la “autoridad necesaria para llevar a cabo de manera adecuada y decidida las políticas públicas” en la materia, según un estudio que el centro de estudios Ethos realizó con apoyo de la Embajada Británica en México.
Las deficiencias del Conacyt comienzan porque no tiene facultades para definir el presupuesto que podría destinarse a ciencia, tecnología e innovación ni para supervisar la correcta implementación de políticas.
“Presenta un mandato institucional débil, un presupuesto que no apoya los retos de la economía mexicana y una estrategia organizacional poco adecuada a las necesidades del país (especialmente para el sector privado). No parece estar empoderado de la manera correcta para entregar los resultados esperados”, concluye el informe De hecho en México a creado en México: Asociaciones Público-Privadas con fines de innovación.
Los objetivos centrales del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología —un órgano descentralizado de la Administración Pública Federal— son formular y proponer las políticas nacionales en materia de ciencia y tecnología; apoyar la investigación científica básica y aplicada y la formación y consolidación de grupos de investigadores en todas las áreas del conocimiento; e impulsar la innovación y el desarrollo tecnológico.
Si bien Ethos destaca que el Conacyt ha logrado fomentar la formación de capital humano calificado y ha creado una amplia red de investigadores , se ha quedado atrás en innovación, sobre todo en coordinación con el sector privado.
Del presupuesto del Consejo, 36% está destinado a la entrega de becas para la formación de capital humano, 16% para el Sistema Nacional de Investigadores y dentro del 48% restante se incluye a todos los demás programas, entre los que se encuentra el fomento a la ciencia, tecnología y la innovación dentro del las empresas privadas del país.
“La innovación es de vital importancia para aumentar la competitividad de las empresas. En el país, el sector privado presenta tasas de inversión en actividades de innovación por debajo de la mayoría de los miembros de la OCDE (…) lo cual ha contribuido a frenar el progreso tecnológico de la economía mexicana. El país no ha sabido elaborar políticas públicas que hayan apoyado de manera eficiente y eficaz el sector productivo”, señala el reporte del centro de estudios.
De la inversión en ciencia, tecnología e innovación hecha en el país, 39% corresponde a la realizada por el sector privado, cuando el promedio de los países integrantes de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) es de 67%.
El principal obstáculo para que Conacyt fomente la innovación —definida en la Ley de Ciencia y Tecnología como la generación de un nuevo producto, diseño, proceso, servicio o método que permite aumentar la productividad— es que no cuenta con herramientas especializadas para ello, según el informe.
“La administración de programas específicos de becas, posgrados académicos y similares requiere un equipo administrativo y técnico diferente al que se necesita para manejar fondo y programas destinados a fomentar la innovación en las empresas”.
Ethos sugiere que además de que el Consejo debe evolucionar a una Secretaría de Estado para tener control sobre las políticas públicas, es recomendable que quede dividido en dos áreas: una en formación de recursos humanos y apoyo a la investigación académica; y una más dedicada a la innovación empresarial.
Si bien el presupuesto destinado a Conacyt de 2011 a 2014 ha aumentado en 76%, el estudio presentado este martes considera que los “esfuerzos no han sido suficientes para elevar el sector ciencia, tecnología e innovación de México a los estándares internacionales”.
El informe hace hincapié en la necesidad de impulsar las Asociaciones Público Privadas (APP) como “alternativas eficientes a la falta de capital financiero público que promueven la colaboración de largo plazo entre el gobierno y el sector privado”.
“El Conacyt debería utilizar las Apps para promover una mayor colaboración entre el sector público y privado, la cual hace falta actualmente en el SNI (Sistema Nacional de Innovación)”
Desde el 23 de septiembre pasado, en el Conacyt se constituyó el Fondo para Inversiones en Investigación, Desarrollo Tecnológico e Innovación para responder a lo expuesto en la Ley de Asociaciones Público Privadas aprobada en 2012.
Sin embargo, a este fondo se le destinará el 3% del presupuesto del Consejo para este año, lo que según el centro de estudios es una “limitada inversión” que sigue sin dar estatus prioritario a la necesidad de apoyar la innovación.
En conclusión, el informe indica que con el rendimiento de Conacyt , la instancia facultada para promover la ciencia, la tecnología y la innovación, México se ha caracterizado por ser como “una bella durmiente, con gran potencial para innovar y crecer, que no se aprovecha”.
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