La policía militar disparó bombas de gas lacrimógeno y detuvo a por lo menos 13 manifestantes a favor de la huelga en el metro de Sao Paulo, que este lunes 9 de junio registra su quinto día de paro.
[contextly_sidebar id=”5ccf2880c1dfe4ff05d3ddbea08115c3″]De nuevo, 4.5 millones de personas se vieron afectadas por la huelga de los trabajadores del metro que, desde el jueves 5 de junio, mantienen un enfrentamiento con la patronal para conseguir un aumento salarial del 12 por ciento.
Tres de las cinco líneas de metro sufrían una reducción parcial, ya que sólo 31 de las 65 estaciones del metropolitano de la capital económica de Brasil funcionaban con normalidad.
Todo ello a pesar de que un tribunal judicial determinó ayer que los huelguistas debían de volver al trabajo este lunes, después de que determinara que el paro –que continúa activo a tan solo tres días del inicio del Mundial de futbol- es “abusivo”.
El gobierno del estado de Sao Paulo anunció este lunes por la mañana que 60 huelguistas ya fueron despedidos de forma inmediata, y pidió al resto de trabajadores que vuelvan a sus tareas para no dañar la imagen de Brasil ni de la Copa, que se inaugura el jueves en esta ciudad.
La estación Corinthians-Itaquerao, la más próxima al estadio donde se disputará el partido inaugural entre Brasil y Croacia, fue de nuevo clausurada este lunes, impidiendo que sus 100 mil usuarios diarios pudieran utilizar el transporte público para llegar a sus puestos de trabajo.
Con el paro del metropolitano, Sao Paulo volvió a vivir este lunes una nueva jornada de kilométricos embotellamientos en sus avenidas y vías rápidas, con 174 kilómetros de tráfico muy denso por toda la ciudad.
El principal sindicato, que exige un aumento salarial del 12.2 por ciento frente a la propuesta del 8.7 por ciento por parte de la empresa, tiene previsto celebrar una asamblea esta tarde para decidir si prolonga las actividades de protesta.
*Notimex.
