Arjen Robben no ayudó a disipar el debate sobre su propensión a fingir faltas. El extremo holandés consiguió que el árbitro sancionara ayer, 29 de junio, un penal en tiempo de reposición, y después observó cómo su compañero Klaas Jan Huntelaar convirtió el cobro para que Holanda coronara sobre la hora una remontada ante México en los octavos de final de la Copa del Mundo.
[contextly_sidebar id=”d9093bca9315c4613796e7a4533891d9″]Robben cayó de manera teatral ante un contacto mínimo con Rafal Márquez, aunque existe la duda sobre si existió tal, lo que provocó que se pidiera a la FIFA que se investigara, y en su caso, se sancionara la conducta del futbolista.
No obstante, la portavoz de la FIFA, Delia Fischer, rechazó este lunes 30 de junio que se vaya a tomar algún tipo de medida retroactiva contra Robben luego que este admitiera, después del partido contra México, que se había tirado en una jugada anterior buscando conseguir una máxima pena.
Fischer explicó que las sanciones después de un partido sólo se aplican en casos de “graves infracciones que hayan escapado a los árbitros del encuentro”.
Por su parte, la selección de Holanda afirmó este mismo lunes que el penal que le dio la victoria contra México fue claro y que unas declaraciones de Arjen Robben sobre la jugada se han malinterpretado.
Según algunas versiones de prensa, Robben confesó que se había tirado y el técnico mexicano Miguel Herrera culpo al colegiado portugués Pedro Proenca de la derrota. Pero la selección holandesa precisó en un comunicado que el extremo de Bayern Munich se refería a otra jugada en la primera mitad y no a la acción del penal, que según Robben fue muy claro.
Holanda entrenaba el lunes en las instalaciones del Flamengo en Río de Janeiro y Robben tenía previsto hablar a los medios de comunicación para aclarar la polémica.
La selección de Louis van Gaal se impuso 2-1 a México y se enfrentará a Costa Rica en los cuartos de final.
Con información de AP y El Diario.
