Durante el segundo tiempo del México-Croacia, un grupo de migrantes fueron rescatados de sus secuestradores. Por medio de un operativo que constó de una serie de cateos, ese día, en Reynosa se liberaron 126 migrantes y se detuvieron 7 presuntos secuestradores.
Entre los liberados se encontraban Paola Quiñones y Jorge Moncada, activistas hondureños y voceros de la Caravana Migrante por el Diálogo, quienes fueron secuestrados al intentar llegar a la frontera norte por Reynosa, el pasado miércoles 11 de junio.
No obstante, aunque Paola y Jorge dejaron atrás la pesadilla de su secuestro, hasta ahora no han podido recobrar su libertad: tras permanecer durante tres días en las instalaciones de la Procuraduría General de la República (PGR), este jueves a media noche fueron trasladados a la Estación Migratoria de Iztapalapa, donde están encerrados y continúan viviendo un calvario, ya que, aunque la Caravana intentará gestionar su salida, existe la posibilidad de que sean deportados.
Las estancias en oficinas de la PGR
Si bien el lunes los 126 migrantes fueron rescatados de sus secuestradores, por cuestiones logísticas (avión) éstos no pudieron ser trasladados a la ciudad de México, por lo que tuvieron que pasar la noche en oficinas de la PGR en Tamaulipas.
En Tamaulipas no recibieron atención médica ni psicológica, contrario al artículo 20 constitucional en su apartado C, de los derechos de las víctimas u ofendidos. A la Ciudad de México llegaron el martes y de igual forma la PGR no les brindó las atenciones pertinentes.
“Están en condiciones infrahumanas, en un cuarto pequeñito 85 personas todos juntos, hombres y mujeres. Hay 25 menores de edad”, enfatiza Alberto Donis Rodríguez, defensor de los derechos de los migrantes y uno de los organizadores de la Caravana Migrante por el Diálogo.
A partir de su llegada a México, Paola y Jorge durmieron junto con otras 85 personas sin documentos migratorios regulares en una oficina de la Unidad Especializada en Investigación de Tráfico de Menores, Indocumentados y órganos, de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SIEDO), dependencia de la PGR. Algunos de los rescatados eran mexicanos por lo que se dejaron en libertad.
Donis Rodríguez fue a ver a Paola y a Jorge a la PGR desde el día en que llegaron a la Ciudad de México, sin embargo no fue hasta este jueves por la tarde noche que su visita fue acompañada de un visitador de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y en esta misma, al fin hubo la presencia de un médico.
Paola padece de presión baja, por lo que requiere de tratamiento especial que apenas sería pedido el jueves; a esto se le suma que los 85 migrantes duermen en el piso, pues la instancia no cuenta con colchonetas para darles.Tampoco se pudieron bañar durante los cuatro días y su alimentación no ha sido buena.
Según la información que se le dio a Alberto Donis por parte de Ministerio Público, los migrantes se encontraban en la PGR en “calidad de víctimas” y no podían ser trasladados a una estación migratoria debido a que el Instituto Nacional de Migración señaló que no contaba en Iztapalapa con espacios disponibles para recibirlos.
Durante todo el viernes, se intentó buscar la declaración de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, para cuestionarle sobre la violación a los derechos humanos que sufrieron los migrantes y las acciones que se tomarían, sin embargo ésta institución no dio respuesta.
Víctimas de secuestro
Cabe recordar que en el Informe Especial sobre secuestro de migrantes en México, la Comisión Nacional de Derechos Humanos indicó que en México son secuestrados alrededor de 20 mil migrantes al año. Los operativos realizados por autoridades de seguridad mexicanas han demostrado que los grupos delictivos pueden llegar a secuestrar hasta más de 50 migrantes en un solo evento.
