"Muchos crecimos con esta magia": Así fue la última función con animales del Circo Atayde Hermanos
Las rejas son lo único que separa a los animales del público. El escenario del Circo Atayde Hermanos ha sido enjaulado durante el intermedio para que, cuando se reanuden las actividades y las luces vuelvan a encenderse, los espectadores puedan asistir a uno de los actos emblemáticos con animales que la compañía cirquera ha reforzado durante los últimos meses: el baile entre un hombre y siete tigres de bengala.
Se trata, sin embargo, de una escena que podría no repetirse. Ya desde la entrada al circo, sobre Tlalpan, hay una leyenda en señal de advertencia, que reza: “último día”. Esta noche termina la temporada de verano del Circo Atayde, pero también es el final de lo que para muchos es uno de sus principales atractivos: este domingo, 28 de septiembre, se dará la última función con tigres, camellos, caballos y elefantes, debido a que el pasado mes de junio, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal decidió prohibir el uso de animales en circos.
Por esa razón es que vino tanta gente. Desde las 19:00 horas, cuando terminó la segunda de las tres funciones que el circo ofrece cada domingo -a las 12:00, 17:00 y 19:30 horas-, el público comenzó a formarse para comprar su boleto. La fila para la última función del Circo Atayde Hermanos con animales es visiblemente mayor a la del horario anterior y llega hasta la esquina de Tlalpan del terreno en el que se monta la carpa.
Adentro, la parte central de la carpa está prácticamente llena. La gente luce emocionada: aplaude, grita, chifla, y parece estar dispuesta a aprovechar la última ocasión en la que podrá ver un espectáculo semejante. Por eso, en el escenario enjaulado, que los tigres salten entre aros prendidos de fuego y que el domador consiga que uno de ellos se pare en dos patas para bailar al ritmo de “Beat it” de Michael Jackson, no es visto como poca cosa, y recibe la ovación del público en constantes ocasiones. Y aunque es común escuchar a la gente hablar de la tristeza que sienten porque ya no habrá circos con animales, eso no significa que el público considere que ésta será la última vez que pisen una de ellas.
A Abel Hernández y a su familia les gusta el circo con animales. Por eso, él, su esposa y su dos hijos pequeños decidieron venir esta última función. Aunque reconocen que, a pesar de que los circos ya no tengan actos con animales, Abel y su familia seguirán asistiendo, Abel comenta que la tradición cirquera se pierde. “Es triste. Nos vamos a quedar sin circo con animales, ¿pero cuándo nos quedaremos sin corridas de toros?”, se cuestiona.
Érick Ruiz siente algo similar. Desde que nació su hijo, que tiene 6 años, él y su familia vienen al Circo Atayde casi cada año en verano. “Es muy triste porque muchos crecimos con esto. Mucho crecimos con esta magia“, comenta. Él seguiría viniendo al circo aun con funciones sin animales. “Los animales fueron un atractivo en su momento, yo creo que hoy hay otro atractivo. Finalmente es una forma de entregarle a los más chicos un poco más de imaginación. Es volver a nuestras raíces”, finaliza.
El último acto de la última función con animales del Circo Atayde Hermanos es una complicada coreografía en la que participan dos elefantes y varios integrantes del elenco, que realizan acrobacias arriba de los animales. Cuando el espectáculo termina y la gente lanza un emotivo aplauso de pie a los artistas que por dos horas los han entretenido domando a caballos y camellos, dando maromas por el aire y mostrando su fuerza física, el maestro de ceremonias toma el micrófono y exclama: “¡Que viva el circo!”.
¿Qué va a pasar con los animales del Circo Atayde?
Pero cuando el público comienza a salir de la carpa, una mujer le pregunta a uno de los boleteros: “¿Qué van a hacer con los animales del circo?”. Y aunque el “no sé” que le contesta el trabajador parece una respuesta sencilla, esa incertidumbre es la misma que preocupa a todo el Circo Atayde Hermanos. “No sabemos qué va a pasar con los animales de los circos mexicanos. Vamos a cerrar el talón y evaluar todas las posibilidades. Si hay que liquidar personal… No podemos mantener a los artistas sin trabajar. Pero si no viene la gente y paga su boleto, no podemos dar funciones”, afirma Federico Serrano, director de Difusión de la compañía cirquera, en entrevista con Animal Político.
A pesar de que ésta es la última función de la temporada con animales, Serrano piensa que todavía existe la posibilidad de que para invierno, Circo Atayde Hermanos pueda hacer espectáculos semejantes. Sin embargo, es consciente de las dificultades que esto representa: “Un circo trabajo todo el año para mantener a los animales. Si de aquí a invierno no podemos seguir, vamos a tener que donarlos, venderlos… es muy incierto el futuro“, comenta.
El director de Difusión de Circo Atayde cuenta cómo es que, a raíz de la ley que prohíbe actos con animales, la afluencia de público bajado un 40, 50%. “Venir al circo se ha vuelto gusto culposo. Se está criminalizando a la industria cirquera. El circo en México, al no tener ningún reconocimiento, es naturalmente el sector más vulnerable. No manejamos el dinero que manejan las carreras de caballos, las corridas de toros ni las charrerías. El circo vive de la taquilla, no recibe subvenciones de Conaculta, no tiene facilidades hacendarias. No tiene nada“, cuenta.
Pero, entonces, ¿qué va a pasar con el circo? Así responde Serrano ante esta cuestión: “El circo es un arte vivo. Atayde hermanos tratará de seguir haciendo lo que sabe hacer que es circo. El circo moderno nació con animales, sobre el lomo de caballos. Si hay un circo sin animales, sería otra cosa, pero no sería circo clásico. Aquí lo que se va a perder es la identidad del circo clásico.”
**Nota publicada el 29 de septiembre de 2014.
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