Couchsurfing: una comunidad viajera (que no paga hotel)

En el Jardín Escultórico de Edward James en Xilitla, San Luis Potosí. Foto: Gabriela Velázquez/Cortesía
Cuatro desconocidos se vieron por primera vez un viernes por la noche en la estación del metro Zapata, al sur de la Ciudad de México, aunque hasta ese momento sólo conocían su perfil en una red social e intercambiaron su WhatsApp para ponerse de acuerdo. El objetivo del encuentro: viajar juntos, en el auto que uno de ellos compartió, al Jardín Escultórico de Edward James en Xilitla, San Luis Potosí, en donde se reunirían con otros viajeros provenientes de Monterrey,Veracruz, Querétaro y DF.
Pero antes, aunque para algunos era “inconcebible”, hicieron una parada en el centro de Querétaro, donde otro desconocido les ofreció (gratis) su casa, dos colchones y cobijas para pasar la noche previa al recorrido que los llevaría por la Huasteca Potosina hacia uno de los jardines surrealistas más importantes de América Latina.
Ellos son integrantes de Couchsurfing, un sitio web fundado en 1999 por Casey Fenton, Daniel Hoffer, Sebastian Le Tuan y Leonardo da Silveira Bassani, en el que 9 millones de personas de 120 mil ciudades de todo el mundo se han registrado para buscar hospedaje o dar alojo a otros surfers —como se llaman entre sí— en (casi) cualquier lugar del planeta.
Además, organizan excursiones y actividades diversas en cada ciudad. En la Ciudad de México, por ejemplo, hay desde clases de salsa, noches de lucha libre, fiestas (sólo porque sí) o pizza acompañada de conversaciones para perfeccionar algún idioma.
¿Cómo funciona?
El primer paso es abrir una cuenta en Couchsurfing.org, que funciona similar a una red social, donde puedes agregar amigos, pero sobre todo valorar y contar cómo fue la experiencia de conocer a determinado usuario. Este es un punto esencial porque da credibilidad a las personas registradas, y confianza para que otros surfers ofrezcan o acepten hospedaje.
Cada usuario debe completar un perfil, en el que especifican si ofrecen, buscan alojo o ambos, y las características y condiciones para hacerlo. Por ejemplo, una persona puede especificar que tiene disponible una recámara con una cama y cobijas, pero sólo durante los fines de semana. No acepta que sus visitas fumen, pero sí está dispuesta a dar un tour por las zonas turìsticas cercanas… y preparar el desayuno.
Además, pueden agregar sus libros, música favoritos; los idiomas que hablan, los lugares del mundo que han visitado (¡con fotos!), los grupos de Couchsurfing en los que participan, sus experiencias como surfers, etcétera.
Couchsurfing surgió con el objetivo de “conectar a los viajeros con una red global de personas dispuestas a compartir de manera profunda y significativa, haciendo que los viajes sean una experiencia verdaderamente social”.
¡A viajar (de la mano de tres surfers)!
CARLOS LARA
Fan de Radiohead, Björk, Placebo y Florence + the Machine, Carlos comenzó su aventura en Couchsurfing en 2006, tan sólo dos años después del lanzamiento de la plataforma web, cuando vivió durante un año de intercambio escolar en Grenoble, una ciudad al sureste de Francia.
Después de vencer el temor por el idioma, decidió viajar de mochilazo por ese país. Dos semanas después de iniciar su travesía, conoció la plataforma a través de un amigo: “En ese momento empezó a cambiar mi perspectiva acerca del mundo (…) Era inconcebible que un desconocido me recibiera en su casa (…) Fue un chico en Berna que me hospedó por una noche, me prestó una bicicleta para salir a conocer la ciudad, tomar unas cervezas con sus amigos, ir al Zentrum Paul Klee, visitar el Rosengarten, una buena charla en la comida y el desayuno”, dijo a Animal Polìtico en entrevista vía correo electrónico.
“En ese momento me di cuenta que me había encontrado una comunidad muy generosa y con buena voluntad, y después de otras cuatro experiencias más en ese viaje me gustó mucho viajar así y no lo he dejado”, agrega Lara, un diseñador gráfico que ahora vive en Veracruz, al sureste de México. A la fecha ha viajado con Couchsurfing por Austria, República Checa, Bélgica, Francia, Alemania, Hungría, Holanda y Suiza.
Carlos es uno de los usuarios más activos en México, al menos 44 personas lo han hospedado. Participa en la comunidad de couchsurfers en Veracruz y en la organización de las reuniones nacionales que se realizan en México. Del 15 al 17 de noviembre próximo viajará a Durango, donde se llevará a cabo el tercer encuentro de surfers del país.
Este año organizó una reunión para el Carnaval de Veracruz, un camping en la Cumbre Tajín, participó en el viaje a las Lagunas de Chacahua (en Oaxaca), una reunión en la Cumbre Latinoamericana del Café y, recientemente, el Chill & Gabanada Fest, que se llevó a cabo durante casi una semana en la Ciudad de México por motivo de los festejos del Grito de Independencia, al que asistieron surfers de Chihuahua, Veracruz, Estado de México, Monterrey, Brasil, China, Suecia, Francia y Estados Unidos.
Perfil en Couchsurfing: https://www.couchsurfing.org/people/carlosapple
Redes sociales: Twitter (@carlosapple) y Spreaker (carlosapple).
Su frase: “Algunas personas prefieren morir abrazando la almohada, yo prefiero tomar el camino sin saber dónde ni cuándo detendré mi caminar”.
GABRIELA VELAZQUEZ
Una búsqueda en Google para encontrar una forma económica de viajar por Europa llevó a Gabs —como la conocen sus amigos y surfers— a inscribirse a Couchsurfing. Esto ocurrió hace poco más de tres años, cuando planeaba su semestre de intercambio académico en Alemania, mientras estudiaba Mercadotecnia en el Tec de Monterrey.
“Encontré un blog con cinco cosas que hacer para economizar. De las primeras cuatro no recuerdo qué había, pero la quinta (Couchsurfing) me llamó la atención pues ya había escuchado a una amiga hablar de algo similar. Le pregunté a mi amiga si esa era la página que ella me había comentado, e inmediatamente busqué su perfil para agregarla como amiga”, dijo en entrevista.
Desde entonces, Gaby ha utilizado Couchsurfing para realizar tres viajes en Europa y ya “perdió la cuenta” de las veces en México. Entre los que más recuerda está uno a Oaxaca, en el que durmió en la casa del árbol que construyó su couch. En el lugar sólo había un pozo en donde extraían el agua para el baño y para bañarse a jicarazos. “Mi mamá dice que estoy loca, pero fue una de mis mejores experiencias pues es algo que uno no vive en el día a día. Literal fue un cubetazo con balde de agua fría, es el recordatorio de que hay que aprovechar el momento y agradecer por lo que tenemos”.
Por ello, Gaby critica que “útimamente se han enfocado en cantidad sobre calidad, y hay muchos perfiles nuevos de personas que buscan hospedaje gratis, sin buscar compartir nada; es más, hay quienes prefieren no tener ni que verte. Esto está desanimando a muchos, pero el chiste es mantenerse fuertes y seguir promoviendo el hecho de que Couchsurfing es para compartir la vida”.
“Compartir tu vida. Es la frase que lo describe todo, se trata de compartir tus experiencias, tus vivencias, de crear lazos, amistades. Es vivir en la plena confianza de que somos personas y somos todos iguales: fuertes, débiles, hombres, mujeres, chiquitos, flaquitos, gorditos, cada quien con una historia diferente y una experiencia diferente. Todos tenemos algo que contar y hay historias que vale la pena conocer”.
Gaby vive en Querétaro, donde participa en reuniones semanales de surfers; además es la organizadora del viaje al Jardín Escultórico en Xilitla, en el que particiaron al menos 50 personas; colaboró con la organización del paseo a Puebla, a la Cumbre Latinoamericana del Café. El próximo plan: Hidalgo para el Día de Muertos de este año.
Perfil de couchsurfing: https://www.couchsurfing.org/people/gabanana/
Redes sociales: Twitter (@gvelazquezg)
Su frase: “El acto más revolucionario que puedes cometer en la actualidad es ser públicamente feliz”.
OLGA HERNÁNDEZ
Con más de 115 viajes nacionales e internacionales usando Couchsurfing, Olga considera que la esencia de esta red social es “crear lazos entre viajeros de todo el mundo y de todas las ideologías, ayudar a que este mundo sea un poco mejor cada día”.
Ella comenzó a viajar por el mundo antes de la creación de la plataforma, desde 2001. En el extranjero ha estado en 28 países y en México en 30 de los 31 estados. Durante al menos 3 años hospedó regularmente a personas en su casa del Distrito Federal. Aunque por ahora no le es posible hacerlo, antes tenía un cuarto exclusivo para los surfers.
Igual que Gaby, Olga considera un contra que muchas personas vean a la experiencia Couchsurfing sólo como una forma de obtener hotel gratis: “lo más importante es la convivencia”.
Pero, ¿y el trabajo? Olga es contadora egresada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y actualmente trabaja en una empresa de telefonía celular. La mayoría de viajes que ha hecho por el país han sido en puentes, y como ya ha acumulado muchos días de vacaciones en su trabajo, eso aprovecha para viajes más largos.
Grecia e Italia son sus metas para junio del próximo año, y Bolivia en febrero. En noviembre de este año su próximo destino será Puebla o una playa.
Perfil de couchsurfing: https://www.couchsurfing.org/profile.html?id=70WDAU
Redes sociales: Mejor sólo para los amigos y surfers.
Frase: “Couchsurfing es un proyecto increíble que les puede cambiar la vida. No se pierdan la oportunidad de conocerlo a profundidad”.
Nota publicada el 2 de octubre.
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