Estudiantes del IPN regresan a clases si logran el Congreso Politécnico
Representantes de la Asamblea General Politécnica aseguran que volverían a clases sólo si el gobierno Federal acepta la conformación del Congreso Nacional Politécnico, a través del cual se definiría la nueva normatividad del IPN y la elección de director a través del voto libre y secreto.
Estudiantes de distintas escuelas advierten que tras 20 días después de paro de labores generalizado en el Instituto Politécnico Nacional, están “cansados” y deben regresar a clases lo antes posible para evitar que el movimiento se desgaste.
La petición para el reconocimiento del Congreso es el punto número uno de la contra respuesta elaborado por la Asamblea General Politécnica, entregada el viernes pasado a la Secretaría de Gobernación y de Educación Pública y que, según acordaron en la asamblea extraordinaria de este domingo 12 de octubre, un grupo de estudiantes de diferentes escuelas acudirá este martes 14 de octubre a medio por la resolución a ambas dependencias.
Estudiantes de posgrado de diversas escuelas incluso ya elaboraron una propuesta de calendario para la realización del Congreso y que incluiría la participación de estudiantes, académicos y administrativos con facultad resolutiva. Esto determinaría el camino hacia la autonomía y permitiría poner a votación el miércoles 15 de octubre durante la Asamblea General Politécnica –máximo órgano de representación estudiantil– el regreso a clases.
En busca de la autonomía
La solicitud de un Congreso Politécnico fue adicionada al pliego petitorio inicial –entregado el 26 de septiembre–, cuyos puntos centrales eran la cancelación de los planes y programas de estudio recientemente modificados y la renuncia de la entonces directora Yoloxóchitl Bustamante.
A los jóvenes les tomó por sorpresa que el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, aceptara los 11 puntos del documento de demandas durante el mitin del 3 de octubre, pero al hacer el análisis de la respuesta, concluyeron que era “imprecisa”.
Uno de los estudiantes de posgrado, quien prefirió mantenerse en el anonimato, reconoce que fue un error no incluir desde el primer pliego de demandas la forma en que se debían aprobar los nuevos programas y el reglamente interno. Sin embargo, advierte que, pese a alargar el conflicto fue una buena decisión de la asamblea no aceptar la respuesta inicial de Osorio Chong.
Marcos Morales, representante de la Escuela Superior de Ingeniería Química e Industrias Extractivas (ESIQIE), asegura que el Congreso sería una forma de “blindar” al movimiento para que alcance sus metas antes de que sea reventado o el desgaste acabe con el apoyo que hasta ahora existe entre la comunidad estudiantil y docente.
“Ahí se pueden seguir las ideas y no alargar mucho el movimiento. Ese sería un punto para luchar. Es lo que exigimos para que prosigamos con las actividades normales. Se podría plantear el regreso a actividades una vez accedido a la generación del Congreso porque es el eje central de todo el movimiento”, afirma Morales.
Esto quiere decir, coinciden los estudiantes, en que el regreso a clases dependerá de la Secretaría de Educación Pública, quien se encabezará la negociación en lo sucesivo. Al respecto, el titular de la dependencia, Emilio Chuayffet, declaró el viernes 10 de octubre que está abierto al diálogo de todas las demandas estudiantiles, incluyendo la autonomía.
Aunque hay visiones más radicales al interior de la Asamblea General Politécnica –integrada por dos dirigentes de las 44 escuelas en paro–, la mayoría considera que sería poco factible mantener el paro hasta lograr la autonomía, toda vez que se trata de un proyecto a largo plazo.
Además, dice el estudiante de posgrado, aferrarse a esa idea sería un “acercamiento peligroso” al PRD, toda vez que los diputados Fernando Belauzarán, Carlos Augusto Morales y Jorge de la Vega presentaron una iniciativa de ley para dar autonomía al Poli el pasado 29 de septiembre y quieren “colgarse” del movimiento para conseguir capital político al ser reconocidos como “los artífices de la autonomía politécnica”.
Sin embargo, agrega, debe ser la comunidad politécnica quien determine primero los lineamientos de su nueva estructura orgánica para después llevarlo al Congreso de la Unión. Una vez cumplida con esa encomienda, que el Congreso Nacional Politécnico desaparecería, para evitar “la corrupción”, como ha ocurrido con otros movimientos.
Presión por el regreso a clases
El pasado viernes 10 de octubre un grupo de estudiantes pertenecientes al Comité de Lucha Estudiantil del Politécnico – Comité Estudiantil en Defensa de la Educación Pública (CLEP-CEDEP) solicitó a la Segob a través de un documento, su intervención para conseguir el regreso a clases, asegurando que hay sectores estudiantiles que están en desacuerdo del paro.
Aunque los integrantes de #TodosSomosPolitécnico minimizan este hecho, toda vez que se trata de grupos que fueron excluidos de representación en la Asamblea General por ser una agrupación radical, sí reconocen que se empiezan a escuchar más reclamos durante las asambleas locales de las escuelas en paro para regresar a clases.
Una alumna de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, asegura que con el movimiento “hemos ganado buena parte”, pero deben capitalizarlo hacia el Congreso, pues mantener la toma de las escuelas, las movilizaciones y asambleas es desgastante. “Ya no hay víveres y estamos cansados”, dice.
Los estudiantes consultados coinciden en que es necesario “cambiar de táctica”, pero todo dependerá de la SEP, pues como informó el subsecretario de Gobernación, Luis Enrique Miranda, la negociación dejó de estar en el terreno de la Segob y desde el 10 de octubre la dependencia a cargo será la de Educación.
Aunque parecía que la negociación bajó de nivel gubernamental, la estudiante de Ciencias Biológicas niega que sea así, toda vez que el IPN depende de la SEP y las negociaciones podrían ser más fluidas.
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